El animal tardó once días en recorrer los 50 kilómetros que le separaban de su antiguo hogar, atravesando carreteras con mucho tráfico y caminos.
Ribero es un perro de dos años de edad, sin chip y que convivía en Guaro junto con su anciano dueño. Hace dos meses, el hombre falleció por causas naturales y el podenco se quedó en la calle. Desde entonces, vagaba por los alrededores de su antiguo hogar, donde un joven le llevaba comida asiduamente, informa Diario SUR.
Con la ayuda de varios voluntarios, el 5 de febrero rescataron a Ribero y lo trasladaron al Refugio de la Sociedad Protectora de Animales, en la zona de La Virreina de la capital malagueña. Pero su estancia duró poco, ya que el día 7 se escapó tras saltar una valla de dos metros.
Para sorpresa de todos, el podenco apareció once días después en su hogar en Guaro. Había recorrido unos 50 kilómetros, transitando carreteras con mucho tráfico y caminos, hasta llegar al mismo sitio donde fue localizado por primera vez.
Ahora la Protectora de Animales va a cambiar de estrategia y va a dejar que el chico que le estaba cuidando estos dos últimos meses lo siga haciendo, para que el animal coja confianza y se le acerque voluntariamente. La presidenta de la entidad, Carmen Manzano, también hace un llamamiento a alguna familia que tenga una finca o casa grande vallada, con otros perros para integrarlo en la manada, que se quisiera hacer cargo de Ribero y darle un nuevo hogar.
