Un defecto de forma deja libres unas horas a los supuestos sicarios del último ajuste de cuentas en Marbella

La Audiencia de Barcelona anuló el auto original de prisión al considerar que no se les había informado correctamente del motivo de su arresto por el secreto de sumario del caso.

Se les detuvo a finales de junio en un ‘parking’ de Barcelona. Una legión de policías cayó sobre ellos cuando se disponían a arrancar el coche. No les dejaron margen de reacción: los encañonaron desde todos los ángulos del vehículo y los engrilletaron.



Las imágenes, difundidas por el Ministerio del Interior, dan buena cuenta de la peligrosidad que la Policía Nacional atribuye a los arrestados. No en vano, se les considera presuntos autores materiales del asesinato de Milos Perunic, acribillado a tiros con una metralleta scorpion en el centro de Marbella y a plena luz del día el pasado 2 de junio. Fue el primer ajuste de cuentas consumado tras la cuarentena por el coronavirus.

Un defecto de forma en un auto judicial permitió que ayer, apenas dos semanas después de su detención, abandonaran las prisiones catalanas donde permanecían recluidos. Uno de ellos volvió al centro penitenciario un par de horas después, después de que el juzgado de guardia enmendara la situación. Pero el otro tardó algo más. Al parecer, trató de huir y se tuvo que ordenar su detención. Anoche fue localizado por la policía cuando intentaba salir de Barcelona en dirección a Gerona.

La historia del desaguisado arranca por la mañana, cuando se notificó a las partes una resolución emitida por la Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona, a la que ha tenido acceso SUR, por la que se anulaba la orden original de ingreso en prisión de los sospechosos, dictada el 29 de junio por un juzgado catalán en funciones de guardia.

La Audiencia estimó parcialmente el recurso presentado por la defensa de los dos detenidos argumentando que se habían lesionado sus derechos. En síntesis, consideraba que no se habían fundamentado los motivos de su encarcelamiento amparándose en el secreto de sumario impuesto por la titular del Juzgado número 4 de Marbella, que investiga los hechos.

El celo y el hermetismo con el que la instructora maneja el caso obedece –según explican fuentes judiciales– a que el asesinato de Perunic se enmarca en una guerra entre organizaciones criminales balcánicas que deja ya un largo rastro de sangre por Europa.

Sin embargo, la Audiencia de Barcelona entiende que la información que se proporcionó a los investigados sobre los hechos que se le atribuyen fue «claramente insuficiente», como reclamaba la defensa en su recurso, en el que se quejaba de que no se le habían indicado los «elementos esenciales de la imputación» a sus clientes.

El auto de la Audiencia subraya: «No se le especificó qué día habían ocurrido los hechos, ni en qué población, ni por qué se vinculaba al investigado con este hecho. No se especificó a qué organización criminal pertenecía. No se especificó qué arma poseía el investigado, cuándo y dónde. Y no se especificó qué documento habría falsificado».

El tribunal catalán entiende que esa falta de información limita que los investigados pudieran hacer alegaciones y, con ello, se restringió su derecho de defensa. A juicio de los magistrados, no se puede invocar el secreto de sumario al impedir que un investigado conozca los elementos esenciales de su imputación.

Bajo estos argumentos anuló la Audiencia el auto de prisión de los sospechosos. Y, aunque no se pronunció sobre su inmediata puesta en libertad, fue exactamente lo que supuso la resolución. A lo largo del día de ayer, los dos investigados abandonaron los centros penitenciarios donde permanecían recluidos.

Pero a la historia aún le quedaba una última vuelta de tuerca. Ambos fueron citados ayer mismo en los respectivos juzgados de guardia de los que dependen las prisiones donde estaban recluidos (salieron de cárceles distintas). El objetivo era celebrar, vía telemática, la comparecencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para la solicitud de medidas cautelares y enmendar la situación.

Los dos sospechosos acudieron voluntariamente ayer tarde a dichos juzgados. Primero compareció uno de ellos. La fiscal de guardia de Marbella y la acusación particular, ejercida por la familia de Perunic y representada por el abogado Javier Muriel, solicitaron su ingreso en prisión, medida que acordó la jueza.

Al parecer, cuando terminaron con el primero y pidieron la comparecencia del segundo, había desaparecido del juzgado. Según confirmaron a SUR fuentes judiciales, se dictó una orden de detención contra él y fue arrestado anoche mismo saliendo de Barcelona.




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