Sánchez ha justificado la extensión del estado de alarma como fórmula jurídica «indispensable» para frenar aún más la extensión del virus con la limitación de los derechos de libertad de movimientos y reunión.
El debate sobre la cuarta prórroga del estado de alarma ha unido a la oposición en torno a la exigencia de que el Gobierno debe poner fin al estado de alarma y buscar un plan B para cuando expire la prórroga que hoy autorizará el Congreso hasta el próximo 24 de mayo.
Partidos que se abstendrán como el PP, Bildu o el BNG, pero también los que votarán a favor como Cs o el PNV y, por supuesto, quienes votarán en contra como Vox, han coincidido en cuestionar que el estado de alarma sea la única fórmula jurídica para hacer frente al virus, como ha vuelto a defender esta mañana el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez.
La sesión de este miércoles ha aumentado así aún más la brecha existente entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, Pablo Casado, ya que el primero ha evitado marcar la fecha de final del estado de alarma.
El líder socialista ha subrayado así la necesidad de prorrogarlo durante «unas semanas más» -el Congreso lo extenderá hoy hasta el 24 de marzo- haciendo oídos sordos a la petición del PP de limitarlo a un máximo de quince días más.
Sánchez ha justificado la extensión del estado de alarma como fórmula jurídica «indispensable» para frenar aún más la extensión del virus con la limitación de los derechos de libertad de movimientos y reunión. En esta línea, ha advertido al líder de la oposición de que levantar ahora el estado de alarma sería un error absoluto».
Casado, que ha avanzado la abstención de su grupo, ha reclamado a Sánchez que busque un marco jurídico distinto para seguir manteniendo la lucha contra el virus pero sin restringir de forma abusiva las libertades y derechos.
En este sentido, le ha acusado de extralimitarse y aplicar un estado de excepción encubierto, por lo que le ha exigido que dentro de quince días presente ante la Cámara Baja un plan B al estado de alarma que respete el marco democrático.
En este sentido, el líder popular ha recordado al socialista que solo una minoría de los países europeos han utilizado medidas similares al estado de alarma para hacer frente a la pandemia mientras la mayoría ha aplicado leyes de rango ordinario y han logrado contener eficazmente la enfermedad.
Pero Casado no ha sido el único que ha cargado contra el «modus operandi» del Gobierno y los excesos cometidos en el marco del estado de alarma. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha intervenido en el mismo sentido e incluso ha llegado a coquetear con la presentación de una moción de censura contra el Ejecutivo no con la esperanza de que prospere sino para señalar su negativa gestión.
Y el mismo fondo de acusaciones de unilateralidad y imposiciones le han llovido al Gobierno desde sus socios habituales. Desde, desde ERC que hoy rompe por primera vez la mayoría de la investidura con su voto en contra de la prórroga, a otros partidos como Ciudadanos, Más País o Compromís que sí la apoyarán por considerarla necesaria pero que han dejado claro que repudian los modos del Ejecutivo.
Especialmente duro ha vuelto a ser el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha acusado a Sánchez de «mentir» al asegurar que no hay otra vía el estado de alarma. «Hay alternativa», ha cargado el republicano advirtiendo que su voto en contra se debe a la negativa de Moncloa a negociar las condiciones de la desescalada con su grupo.
Entre el bloque de los partidos que apoyarán hoy la prórroga, la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, ha reprochado a Sánchez que el Gobierno diga que no tiene un plan B al estado de alarma y le ha reclamado que lo prepare. «Esta no es una prórroga para tres meses sino para quince días», le ha advertido, enmarcando el acuerdo alcanzado ayer con el Ejecutivo en la «rectificación» de éste y avisando también de que no se trata de un pacto de legislatura sino tan solo para salvar el estado de alarma.
Por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha mantenido el fondo del rechazo al mando único y al estado de alarma sistemático, reclamando al jefe del Ejecutivo que «vaya preparando» la vuelta a la normalidad jurídica.
Pese al acuerdo alcanzado por su grupo este miércoles para votar a favor del estado de alarma, Esteban ha hecho hincapié en que no se puede convertir «una situación de excepcionalidad en algo permanente» e incluso ha puesto en duda las amenazas del Gobierno. «En ninguna cabeza cabe que vayana desaparecer ayudas sociales o los ERTE con el estado de alarma», ha afeado.
El portavoz del PNV ha puesto el acento en que «no todas las fases de la desescalada necesitan el estado de alarma» ni éste tiene por qué aplicarse en todo el territorio, y ha advertido que su acuerdo para votar a favor de la prórroga solo ha tenido el objetivo de «buscar una salida» y «evitar un problema político».
El portavoz de Más País, Íñigo Errejón, que también votará «sí» a la prórroga, ha advertido al Ejecutivo de que «tiene que aprender a negociar» y cuidar a la mayoría de la investidura. «Votamos sí al apoyo de alarma no porque lo merezcan (el Gobierno) sino por el pueblo español». Desde Compromís, Joan Baldoví, ha apremiado a Sánchez a buscar «un plan b o c o el que sea porque la gente no merece la incertidumbre de los últimos tres días».
En el bloque de las abstenciones, la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha avisado igualmente de que «hay otras formas de gestionar el estado de alarma y cuando se niega a explorarlas es usted el que está faltando a su responsabilidad», mientras que desde el BNG, el diputado Néstor Rego, ha coincidido en criticar que «haya maneras y maneras de aplicar el estado de alarma».
