De las 6.306 hectáreas del Plan Guaro, apenas 3.200 disponen de recursos alternativos de las depuradoras de Vélez-Málaga y Torrox, informa Diario Sur.
Como el título de la famosa novela de Gabriel García Márquez ‘Crónica de una muerte anunciada’, ha llegado el día ‘D’ para el sector del subtropical. Desde este sábado 1 de octubre, con el inicio del nuevo año hidrológico, las 6.306 hectáreas del Plan Guaro, la superficie regable desde el embalse de La Viñuela, por estar situadas por debajo de la cota de los 140 metros de altitud sobre el nivel del mar, dejan de tener agua disponible para el riego procedente de la presa de la Axarquía. Los regantes, que tienen concesiones de hasta 5.300 metros cúbicos por hectárea y año, han visto como esta cifra ha ido reduciéndose hasta cero.
En los últimos días las comunidades que aún tenían dotación de agua del embalse, de 1.500 metros cúbicos por hectárea y año, la han apurado, lo que ha hecho que se incremente el ritmo de descenso de la presa de los 0,3 o 0,4 hectómetros cúbicos a la semana de julio y agosto, hasta los alrededor de 0,57 en esta última de septiembre. Por primera vez en la historia, la Junta de Andalucía adopta esta dramática decisión de dejar sin agua al campo de la Axarquía ante las mínimas reservas del embalse, del que se abastecen también unos 160.000 habitantes de 14 municipios.
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