Las claves para tener una cena de Navidad segura en casa y evitar que se propague el coronavirus

Las pautas de seguridad elaboradas por el Instituto de Tecnología de Massachusetts permiten establecer el tiempo en el que un espacio cerrado es seguro ante el COVID-19.

Una mesa y varias personas sentadas a su alrededor. Una de ellas es portadora del virus y no lo sabe. Todos disponen de varias herramientas que pueden evitar el contagio masivo mientras un cronómetro descuenta un tiempo en el que cada segundo es clave. Si no utilizan bien los instrumentos, todos los comensales terminarán contagiados.



Sería el argumento de una película de ciencia ficción si no fuese una realidad a la que se enfrentará el mundo esta noche: la cena de Nochebuena. En los próximos días se sucederán las comidas y cenas con familiares y amigos, unos encuentros navideños que este año se verán recortados por el SARS-CoV-2 y las restricciones. Pero, ¿cómo se propaga el coronavirus en un encuentro de este tipo? ¿durante cuánto tiempo serán seguras las cenas de Navidad?

La respuesta, al menos una aproximación a la misma, la encontramos en un modelo matemático elaborado por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) que permite calcular el tiempo que pasa hasta que el comensal contagiado comienza a infectar al resto de las personas de la mesa.

Con base en este estudio, la aplicación desarrollada por Kasim Khan en colaboración con John W. M. Bush y Martin Z. Bazant permite conocer el tiempo máximo en el que un grupo puede permanecer sin generar un brote, es decir, sin que el coronavirus se expanda y contagia al resto de comensales de la mesa.

Hemos simulado tres escenarios distintos con cuatro situaciones idénticas para tener un cálculo aproximado que nos permita conocer cómo hacer de los encuentros navideños espacios seguros.

La aplicación permite introducir distintas variables de espacio (metros cuadrados, altura, ventilación…) y comportamiento humano (uso de mascarilla, tono de la conversación, entre otros) para conocer en cuántos minutos podría comenzar el contagio, además del límite de personas que deberían permanecer en ese espacio para que evitar infecciones.

Los aerosoles son la clave del coronavirus

Actualmente, las autoridades consideran la transmisión mediante contacto (aunque los centros de control de enfermedades estadounidense y europeo no han notificado ni un solo caso), a través de las microgotas que las personas expulsamos al hablar, toser o estornudar y, por último, por los aerosoles. Estos últimos podrían ser la clave que justificaría los supercontagios en algunos casos estudiados como el de un coro de Sakgit (EE.UU.) en el que 52 de los 60 integrantes se infectaron de el COVID-19 durante un ensayo.

En un paralelismo poco científico, los aerosoles se diseminan por un espacio cerrado como el humo de un cigarro. Cuantos más fumadores, más humo. De este modo, cuantas más personas, más aerosoles y mayor riesgo de contagio. 

Más medidas, menos riesgo

En nuestra simulación, hemos trabajado con una habitación de 25 metros cuadrados con una altura de 2,3 metros, emulando un salón cualquiera. En uno de los escenarios hemos analizado el riesgo que implicaría una cena de cuatro personas en diferentes situaciones: si todos llevan mascarilla y las ventanas están abiertas, el tiempo en el que el espacio es seguro sería de tres horas. Sin embargo, si no utilizan mascarillas ni existe ventilación, en 17 minutos podrían contagiarse.

En el segundo escenario nos encontramos en el caso de que la cena tuviera seis comensales, que utilizan mascarilla y tienen las ventanas abiertas. Entonces, tendrían hasta dos horas de tiempo antes de contagiarse. Si eliminan todas las barreras de protección, la contrarreloj es solo de 13 minutos.

En esta cena de seis personas, si los seis comensales usan las mascarillas pero deciden cerrar las ventanas perderán mucho tiempo en el que estar protegidos y dejarán el cronómetro con solo 68 minutos de seguridad.

Si los seis comensales de nuestra particular cena de Nochebuena considerasen que solo con abrir las ventanas se protegen del virus se equivocan: sin mascarillas pero con ventanas abiertas su tiempo es solo de 15 minutos.

No obstante, habrá quienes este año consideren que las medidas son desproporcionadas. Incluso quienes nieguen la existencia del virus y decidan saltarse las restricciones de Navidad.

En un último caso, el de una cena de 10 personas, con mascarilla y ventilación, el tiempo de seguridad es de 66 minutos antes del contagio. Sin mascarilla y con ventilación, sería de 10 minutos; y sin mascarilla ni ventilación, estaríamos ante un tiempo de sólo 9 minutos.




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