La Asociación Unificada de Guardias Civiles se personará como acusación particular en estos hechos para pedir el máximo de condena que permita la ley.
Recientemente se han vivido episodios violentos con patrullas del cuerpo en estas provincias. En Málaga, concretamente en las playas de Estepona donde resultaron heridos un total de cuatro guardias civiles en dos actuaciones, cuando trataban de abortar y detener a los participantes de un alijo de droga en nuestras playas, uno de ellos de gravedad al tener afectadas dos vértebras. Así mismo un coche patrulla de la Policía Nacional en Cádiz también fue arrollado por un vehículo de alta gama BMW X5, cuando pretendían pararlo cuando éste iba cargado de fardos de hachís, resultando ambos compañeros heridos graves.
AUGC se va a personar como acusación particular en estos hechos para pedir el máximo de condena que permita la ley ante estos atentados a los compañeros.
«Desde AUGC Málaga queremos hacer un llamamiento al Ministro del Interior para que de una vez tome en serio la reiterada propuesta de aumentar las plantillas de guardias civiles de los Puestos territoriales de Seguridad Ciudadana y afectados por esta problemática por su proximidad geográfica con la provincia de Cádiz, como son los de Mijas, Casares, Benahavís y Manilva así como aumento de las Patrullas Fiscales de Torremolinos y Marbella más la de la plantilla de la USECIC con base en Torremolinos (Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia)
AUGC ya lo viene avisando desde hace años pero especialmente desde el año 2017 que las zonas del campo de Gibraltar (especialmente Algeciras), su entorno y determinadas zonas de la Costa del Sol (Marbella, Estepona, etc) así como el despunte en zonas de Huelva se han convertido en una zona de confort para los narcos. Los movimientos de los narcos van en aumento, los alijos de desembarco por parte de narco lanchas en zonas costeras así como la gran proliferación de plantaciones de marihuana en esas zonas hacen que se cometan estos hechos delictivos con mayor impunidad. A todo esto hay que sumar los ajustes de cuenta entre clanes que provocan peligrosos escenarios de seguridad para la población civil. El problema no es nuevo pero parece ser que las recomendaciones que hacen tanto guardias civiles como policías nacionales no llegan al Ministerio del Interior.»
