Meritxell Vizuete: “Señores Marmolejo y Salado, en nombre de los pueblos de Periana, Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo y Viñuela, les pido que rectifiquen”
La alcaldesa de Periana, Meritxell Vizuete, ha pedido hoy a la Diputación Provincial de Málaga que reabra el retén de bomberos. Desde la Tribuna de Alcaldes en el pleno de la institución provincial, ha asegurado que “la lucha por mantener el retén de bomberos de Periana no es solo una lucha local, ni personal; es una lucha por la justicia, por el derecho de cada vecino y vecina a vivir en un lugar seguro”. “Por eso, es muy importante que hoy la Diputación de Málaga traslade un mensaje político potente, claro y de unidad a favor de esta causa. Ese es el mensaje que la ciudadanía de la comarca de Periana está esperando de sus representantes”, ha añadido.
“Señores Marmolejo y Salado, en nombre de los pueblos de Periana, Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo y Viñuela, les pido que rectifiquen, que reviertan la decisión adoptada y que se reabra cuanto antes el retén de bomberos de Periana, que tantas vidas ha salvado y, que muchas más, debe salvar. Esto no va de política, va de seguridad y de supervivencia. Para mí, como alcaldesa de Periana, la seguridad y la vida de los vecinos de mi pueblo y de los municipios colindantes, es lo primero”, ha manifestado.
Vizuete ha afirmado que el cierre del retén es una decisión que, si no se revierte, «pondría en grave riesgo la integridad de los vecinos» de Periana, Viñuela, Alcaucín, Alfarnate y Alfarnatejo. «Va contra la misma esencia y razón de ser de la Diputación. La institución provincial debe ser garante de la cohesión social y territorial de toda la provincia, también de los municipios rurales y situados en el interior. La Diputación tiene entre sus competencias la de asegurar los servicios públicos en los municipios más pequeños y, no cabe duda, que la prevención y extinción de incendios y la seguridad de las personas que vivimos en estas localidades es una cuestión de vital importancia», ha relatado.
«El retén de bomberos de Periana no es solo una instalación, no es un simple edificio, es un símbolo de protección, de compromiso y de respuesta ante lo inesperado. Los bomberos de Periana no solo estaban allí para apagar incendios; estaban allí para salvar vidas, para ofrecer auxilio en accidentes de tráfico, para intervenir en emergencias de cualquier tipo, para ser la primera línea de defensa en situaciones de catástrofe. Y deben volver cuanto antes. El cierre del retén no solo implica una pérdida material, representa un retroceso en nuestra capacidad de respuesta ante cualquier tipo de emergencia. La comarca de Periana, como muchas otras zonas rurales, tiene características geográficas y demográficas que requieren una atención cercana y muy diligente para que sea eficaz. El rápido acceso a los recursos de emergencia es vital, y su distribución por los municipios rurales de interior es esencial para garantizar tiempos de respuesta adecuados», ha señalado.
«Si se cierra definitivamente el retén de Periana, nos estamos condenando a depender de recursos lejanos, a veces situados a casi una hora de distancia. En situaciones de emergencia, cuarenta y cinco minutos o una hora de retraso en la respuesta puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Porque, en este caso, no solo estamos hablando de riesgos naturales como los incendios forestales o las lluvias torrenciales, también de accidentes en carretera, situaciones de primeros auxilios, rescates en la montaña y otras situaciones», ha dicho. Al mismo tiempo, ha asegurado que «no solo se trata de Periana». «Si la presidencia del Consorcio de Bomberos decide mantener la decisión del cierre de forma permanente, estará sentando un precedente peligroso que puede replicarse en otros municipios en el futuro. Porque la seguridad nunca debe valorarse como un gasto, sino como una inversión para el bienestar de las personas», ha subrayado.
«En este caso, el coste (y no me refiero al económico) de cerrar el retén de bomberos de Periana es difícil de calcular: más vidas en riesgo, más daños materiales, más estrés para nuestras fuerzas de seguridad y menos confianza en el sistema de protección pública. La rentabilidad de un retén de bomberos no se mide en el número de salidas, porque la seguridad y la vida de las personas no tienen precio», ha apuntado. La alcaldesa ha pedido responsabilidad a todos los grupos políticos de la Diputación, y muy especialmente al presidente del Consorcio Provincial de Bomberos y al presidente de la institución provincial. «La seguridad es un bien común, y debemos velar por la protección de cada rincón de nuestra provincia, sin distinción de su tamaño o población. No podemos permitir que decisiones que afectan a nuestra seguridad se tomen de manera unilateral, sin consultar a quienes conocemos mejor que nadie las necesidades y realidades de nuestros pueblos», ha afirmado.