El fallecido es un ciudadano de 86 años de origen japonés afincado en la Costa del Sol.
Una empleada del hogar ha encontrado en una vivienda de Fuengirola los huesos de una persona que podría llevar muerta sobre un año. La desaparición de está persona nunca se denunció. La mujer, quien había trabajado anteriormente en esa casa, se preocupó por la falta de noticias del propietario. Se desplazó al inmueble y encontró los restos. Todo apunta a que el esqueleto encontrado corresponde al propietario de la vivienda, un ciudadano de 86 años de origen japonés afincado en la Costa del Sol cuya familia, un hermano y una sobrina que viven en Japón, no había reparado en su ausencia.
El diario Sur señala que el cadáver estaba momificado y yacía sobre el suelo, junto a un sillón, en la terraza cubierta de la vivienda. Los restos óseos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga para que se le realicen las pruebas pertinentes con objeto de confirmar la identidad y aclarar las circunstancias del fallecimiento.
Sobre el caso, se avisó a los especialistas de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y a los de Policía Científica. Según las fuentes consultadas, no se han hallado señales de que la puerta hubiese sido forzada en algún momento, ni tampoco signos de lucha o de robo en la inspección ocular del domicilio.
