Fue a la cuarta visita a las urgencias hospitalarias, con fiebre y sin poder mover el cuello, cuando le detectaron una espina de 3 centímetros de largo.
Según informa Diario Sur, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) indemnizará a una joven que tuvo que ser intervenida de una perforación de esófago tras no serle detectada en el Hospital Regional y el Clínico una espina de pescado clavada en la garganta.
Los hecho ocurrieron el 20 de junio de 2017 cuando la paciente acudió a las urgencias por haberse clavado una espina de pescado en la garganta, aunque el facultativo que la exploró no halló «signos irritativos ni evidencia de cuerpo extraño» en declaraciones a Sur de Francisco Damián Vázquez Jiménez, abogado de ‘El Defensor del Paciente’ que representa a la afectada, por lo que procedieron a darle el alta desde el centro hospitalario.
Un par de horas más tarde, la joven sintió un dolor aún más intenso y procedió a ir nuevamente a las urgencias hospitalarias, aunque esta vez optó por acudir al Hospital Regional sin resultado alguno ya que las pruebas se quedaron en las cuerdas vocales, no llegó al esófago. Al parecer, en esta ocasión fue dada de alta sin revisar siquiera la radiografía realizada en el Regional en la que, según otros facultativos, «se veía perfectamente la raspa».
El 22 de junio, esta vez con fiebre, volvió al Hospital Regional y fue dada de alta sin prueba alguna. Ya el 24 de junio la paciente se encontraba, siempre según El Defensor del Paciente, «en una situación precaria, ya no era capaz de ingerir medicinas ni de mover el cuello». Se le hizo un TAC en el que se localizó una espina atravesada horizontalmente en el esófago de aproximadamente tres centímetros de largo y tres milímetros de grosor, por lo que fue intervenida quirúrgicamente para su extracción. Después, quedó ingresada durante diez días con una dieta absoluta.
En cuanto a la cantidad estimada por el SAS de 900 euros de indemnización, el abogado ha indicado que es insuficiente «por la falta de diligencia médica y la desidia de los facultativos que han atendido a la paciente han ocasionado que ésta haya padecido un dolor injustificable así como una intervención quirúrgica que podía haberse evitado» ha declarado el abogado.
