Necesita acumular un mínimo de seis hectómetros cúbicos más, aunque la situación se aliviaría sólo en parte y pasaría a nivel de sequía severa.
El triple de agua que hace un año, con 35 hectómetros cúbicos almacenados pero en situación de sequía grave. Así está a fecha de este lunes 18 de noviembre el embalse de La Viñuela, que suministra a la Axarquía. Esto significa que hay agua para consumo humano (agua de boca) para un año y medio aproximadamente, sin que sea posible todavía el riego agrícola. De hecho, los diez hectómetros que ha ganado la presa en la última semana tras el paso de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que dejó abundantes lluvias, sólo suponen el abastecimiento de la población por un periodo de unos seis meses. Y es más: el embalse necesita acumular un mínimo de seis hectómetros cúbicos más para salir de la sequía extrema, aunque la situación se aliviaría sólo en parte y pasaría a nivel de sequía severa. ¿Cómo se explica? Entre otras cosas, por el importante déficit hídrico acumulado durante los últimos años y porque los 35 hectómetros cúbicos con los que cuenta ahora la presa sólo suponen poco más del 21,3% de su capacidad total de almacenaje de agua, establecida en 164,37 hectómetros.
Pero, ¿qué supone el nivel de sequía extrema actual al margen de las restricciones a la población y las medidas de ahorro establecidas? Se trata, como recoge el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) Hidrosur de la Junta de Andalucía, «de una situación de máximo grado de afección por disminución de los recursos disponibles«. ¿Y cómo se puede definir la sequía severa a la que pasaría el pantano de La Viñuela si logra superar los 40 hectómetros cúbicos de agua? En este caso, «se reconocería una intensificación en la disminución de los recursos disponibles«, aunque evidenciando «un claro riesgo de imposibilidad de atender las demandas«.
En el escenario de sequía severa al que podría pasar el embalse, «se podrán aplicar medidas destinadas a la conservación y movilización del recurso, planteándose reducciones en los suministros, la habilitación coyuntural de sistemas de intercambio de derechos y una mayor vigilancia de las zonas con alto valor ambiental», apunta la red Hidrosur del Gobierno andaluz. Este organismo avisa incluso de que «para entrar o salir en los escenarios descritos, no será suficiente con que el índice de estado presente los valores correspondientes al escenario en cuestión, sino que se requerirá cierta continuidad de los valores para evitar entradas y salidas bruscas que dificultarían la gestión o aplicación de las medidas».
Por tanto, la situación en la presa de La Viñuela sigue siendo delicada, al margen del alivio que suponen los últimos diez hectómetros cúbicos de agua acumulados tras el paso de la DANA. Actualmente, la Comisión de Gestión de la Sequía de la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (el llamado comité de sequía) tiene establecida para la Axarquía una dotación de 180 litros por habitante y día, frente a los 200 litros autorizados hasta el pasado mes de octubre. Es previsible que, al mejorar el escenario por las últimas lluvias, al menos se recupere esa cantidad establecida hasta el final del verano. De cualquier forma, los agricultores tendrán que seguir regando por ahora con aguas regeneradas y con alguna dotación mínima desde el pantano en caso de que así lo acuerde el comité de sequía.
Otro cantar es la pluviometría acumulada desde que comenzó el año hidrológico. Aquí las cifras invitan algo más al optimismo. A fecha de 18 de noviembre, ya se han registrado 256,10 litros por metro cuadrado en el pantano de la Viñuela frente a los sólo 38,80 litros recogidos el año pasado por las mismas fechas, cuando la presa contaba con únicamente 12,58 hectómetros cúbicos de agua frente a los 35 hectómetros actuales. Durante el pasado año hidrológico que finalizó el 30 de septiembre, la pluviometría acumulada en el embalse de La Viñuela llegó a los 322 litros por metro cuadrado, por los poco más de 282 de octubre de 2023. En lo que llevamos de este, en poco más de mes y medio, sólo está a 65,9 litros por metro cuadrado de alcanzar los registros del último año hidrológico completo.
Queda, por tanto, esperar a que las lluvias sigan siendo generosas durante los próximos meses de otoño e invierno para que, al menos, la presa que abastece a la Axarquía salga de la prolongada situación de sequía extrema para pasar a un (no menos preocupante) nivel severo. Mientras tanto, no quedará otra que continuar con las medidas de ahorro y restricciones establecidas por las distintas administraciones de ámbito local, comarcal y autonómico. El escenario sigue siendo de mucha incertidumbre.
