El Ayuntamiento trata de optimizar el uso de las bombas del nacimiento del Guaro, donde el bajo nivel por la sequía ha disparado la turbidez
Alrededor de dos mil de los tres mil vecinos de Periana siguen una semana después sin poder consumir el agua que llega a sus domicilios, debido a los altos niveles de turbidez que presenta. El problema se detectó el pasado viernes, cuando el bajo nivel del pozo del nacimiento del río Guaro, del que se abastece el núcleo principal del municipio axárquico, aumentó los niveles de turbidez del líquido elemento, obligando al Ayuntamiento a aconsejar a los vecinos que no la consumieran. Según publica Eugenio Cabezas en Diario SUR.
Tras una semana, se han realizado dos analíticas más, sin que hayan dado resultados positivos. El alcalde perianense, Rafael Torrubia (PSOE), explicó este jueves que los operarios están recolocando las bombas de uno de los dos sondeos para tratar de conseguir que mejore la calidad del agua. Al mismo tiempo, el Consistorio va a adquirir nuevos filtros para tratarla. Al mismo tiempo, se está trabajando en conectar el segundo sondeo, que hasta el pasado agosto se usaba para el regadío, a la red de abastecimiento. Las fincas del municipio tienen suspendido el riego por la sequía.
Al mismo tiempo, el Consistorio trabaja para instalar una conducción desde el nacimiento del Batán hasta el núcleo urbano de Periana. Estos recursos, que apenas han mermado, van a las pedanías de Mondrón, Los Marines, Vilo y Los Parrales. Vecinos del municipio se han quejado a este periódico de que el regadío de varias fincas de aguacates «ha sobreexplotado el acuífero del Guaro».
