El sospechoso fue arrestado en Melilla tras huir en un ferry.
El pasado martes, sobre las 6 y media de la mañana, una agente de la Policía, que se iba a incorporar a su puesto, se vio abordada por un individuo que le sacó una navaja e intentó violarla, según informa SUR.
Los hechos ocurrieron en los alrededores de la jefatura situada en avenida Rosaleda de Málaga. La agente había aparcado su vehículo y ya desde él, detectó a este hombre que no llevaba mascarilla y caminaba de un lado a otro nervioso.
Cuando la mujer salió del turismo, vio que el sospechoso se dirigía hacia ella con una navaja en la mano derecha. La acorraló contra su propio coche e intentó agredirla sexualmente.
La agente logró escapar del joven. Cogió el móvil y según informa SUR, el presunto agresor le preguntó si iba a llamar a la policía. Ella le contestó afirmativamente y que le dijo que era policía.
En ese momento, el sospechoso se colocó la mascarilla y huyó a la carrera del lugar de los hechos.
Al entrar en la jefatura y relatar lo ocurrido, sus compañeros le contaron que no había sido su única víctima. Esa noche, un grupo de chicas habían solicitado ayuda porque un joven las había acosado en el Centro y la descripción coincidía con la del sospechoso. El joven, de origen magrebí y de 18 años de edad, ya había sido objetivo de otras intervenciones, al parecer, por delitos contra la propiedad.
Los policías locales lo buscaron por el Centro y por Carretera de Cádiz, al ser zonas que frecuentaba pero no consiguieron dar con su paradero. La investigación les llevó a descubrir que el sospechoso se había marchado de Málaga y que había cogido un ferry hacia Melilla.
Los agentes cruzaron datos con Policía Portuaria y confirmaron que el chico se encontraba en el barco que llegaba a las nueve de la noche a Melilla. Los policías locales informaron a la Policía Nacional de ello y fueron los agentes de este último cuerpo los que detuvieron al joven cuando desembarcó en el puerto de la ciudad autónoma.
