Los agentes han incautado 110 dosis de cocaína; 22,3 gramos de heroína; 33,4 de hachís; 27 dosis de metadona y han intervenido varias piezas de joyería y 11.570 euros en efectivo.
Agentes de la Policía Nacional han desmantelado uno de los puntos de venta de heroína y cocaína al menudeo más activo de Estepona. Han detenido a tres personas -dos mujeres y un hombre de edades comprendidas entre los 61 y 49 años y nacionalidad española- como presuntas responsables de un delito de tráfico de drogas.
En el operativo, que se ha llevado a cabo con la práctica de un registro domiciliario, los agentes han incautado 110 dosis de cocaína; 22,3 gramos de heroína; 33,4 de hachís; 27 dosis de metadona y han intervenido varias piezas de joyería –cuya legítima procedencia se investiga- y 11.570 euros en efectivo. Los arrestados han sido puestos a disposición de la autoridad judicial competente.
La investigación se inició en septiembre tras recibirse en la comisaría de Estepona varias informaciones sobre las actividades ilícitas de un vecino de la localidad. Al parecer, el hombre se estaría dedicando de forma muy activa a la venta de sustancias estupefacientes, concretamente de heroína.
Se estableció entonces un dispositivo de vigilancia con la finalidad de comprobar la veracidad de las informaciones. Las primeras pesquisas condujeron a los agentes a la vivienda de la persona que ya había sido investigada y detenida con anterioridad hasta en cuatro ocasiones por delitos de tráfico de drogas.
Según las primeras investigaciones, el hombre, tomando importantes medidas de seguridad, había retomado la actividad de venta y distribución de drogas, principalmente heroína y cocaína.
Los investigadores pudieron establecer que, en esta ocasión, y con la finalidad de entorpecer la labor policial, el sospechoso se valía de terceras personas –normalmente mujeres- que trabajaban para él. Así averiguaron que el investigado proveía a estas personas de los estupefacientes para que ellas hicieran las entregas pertinentes, posteriormente volvían y le entregaban lo recaudado. De esta manera evitaba que la presencia de consumidores en torno a su vivienda evidenciara el menudeo de droga.
