Los menores usaron el local para celebrar una fiesta sin el consentimiento del propietario, que fue engañado, superando el aforo permitido y con la música a gran volumen.
Agentes de la Policía Local de Málaga han desalojado un salón de celebraciones infantiles en el que había un total de 67 jóvenes, 66 de ellos menores de entre 13 y 17 años de edad, celebrando una fiesta en la que superaban el aforo máximo permitido y consumían bebidas alcohólicas.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 20:40 horas de la tarde del viernes 21 de abril en el distrito Cruz de Humilladero, cuando una pareja de policías locales que prestaban servicio de paisano comprobaron cómo en el interior del local había una gran cantidad de jóvenes consumiendo alcohol con apariencia de ser menores de edad.
Hasta el lugar se desplazaron dos dotaciones más, en este caso uniformadas, de la Policía Local de Málaga, así como otra de la Policía Nacional tras ser requerida en las inmediaciones.
Los agentes verificaron que el establecimiento era un salón de celebraciones para público infantil con la infraestructura típica de los mismos, parque de bolas y atracciones incluidas. Si bien, había puesta música a gran volumen, que trascendía al exterior, luz de ambiente tenue y luces estroboscópicas de colores en el techo, así como una gran cantidad de botellas de bebidas alcohólicas repartidas por el local y de las que se servían los asistentes.
Ante las irregularidades detectadas, los agentes llevaron a cabo el desalojo controlado del establecimiento, identificando a un total de 67 asistentes, de los que comprobaron que 66 eran menores y tan solo uno, concretamente una joven, contaba con 18 años de edad cumplidos.
Tras ser contactada telefónicamente, la persona responsable se personó en el local, manifestando que la actividad a la que lo dedica es de subarrendamientos para la celebración de fiestas infantiles y familiares, desconociendo que el uso que le iban a dar sería para una fiesta de juventud. La persona responsable del local había concertado telefónicamente un arrendamiento para celebrar el cumpleaños de un niño de 8 años, manifestando la llamante ser mayor de edad. No obstante, los agentes pudieron saber que había sido una de las menores, la cual le manifestó que no podía acudir a recoger las llaves y que se las entregara a su hija, otra menor de edad, algo que terminó por hacer.
La propiedad presentó a los agentes declaración responsable para la actividad de «salón de celebraciones infantiles», con un aforo autorizado de 58 personas, así como contrato de subarriendo en horario de 12:30 a 22:00 horas en el que figuraba como subarrendataria la menor, en el que se precisaba que lo que ocurriese dentro de la propiedad era responsabilidad directa y exclusiva de la subarrendataria. No obstante, la declaración carecía de validez ya que al tratarse de una menor de edad no tenía capacidad para prestar dicho consentimiento, siendo por tanto responsable final la propiedad.
Los policías locales levantaron acta de denuncia de establecimiento por no ajustarse la actividad a la autorizada en la declaración responsable, así como a la ley de prevención y asistencia en materia de drogas por permitir el consumo de bebidas alcohólicas por menores (falta grave) y el incumplimiento de las prohibiciones de consumo de bebidas alcohólicas y tabaco en centro destinado a menores (falta leve), así como a la clausura preventiva del establecimiento por falta grave.
En cuanto a los menores de edad, una vez comprobadas sus identidades, se marcharon del lugar, salvo dos que tan solo contaban con 13 y 14 años. De ambos se hicieron cargo sus madres, que se desplazaron hasta el lugar una vez contactadas y requeridas para ello.
A uno de los menores, cuando se encontraba en la puerta del establecimiento, también se le intervino un cigarro liado mezclado con hachís. Los agentes le levantaron un acta de denuncia por este hecho.
