Conoce algunas prácticas habituales que pueden ser multadas en el litoral malagueño

La Junta de Andalucía estudia la posibilidad de prohibir fumar en las playas, medida que ya se ha aprobado en otras comunidades autónomas. Pero la realidad es que varios de los hábitos más extendidos en el litoral malagueño no están permitidos por las ordenanzas municipales que regulan el uso de estos espacios públicos, según Diario SUR. 

Aunque la mayoría de ayuntamientos suelen ser permisivos en algunos puntos, estas infracciones pueden acarrear multas que alcanzan los cuatro dígitos en los casos más graves, como las moragas no autorizadas. En verano, cuando las playas se abarrotan, conviene repasar los reglamentos locales para evitar sustos o denunciar conductas molestas.



Usar champú o gel en las duchas. Las duchas están destinadas a quitarse la arena y el salitre, pero a la playa también hay que venir lavado de casa. Muchos utilizan estas instalaciones como si se tratara de su propia ducha e incluso llevan jabones, geles y champús que acaban formando surcos de espuma. Málaga capital prohíbe expresamente este hábito, que puede acarrear una multa económica, y especifica que tampoco está permitido limpiar los enseres de cocina o el uso de cualquier detergente. Esto último supone una infracción grave, multada con hasta 3.000 euros.

Escuchar música sin auriculares. En las playas está prohibida la música conectada a cualquier tipo de altavoz, sea una radio o un teléfono móvil. Si quieres disfrutar de tu lista de Spotify mientras te bronceas, será mejor que lleves auriculares o cascos. Tampoco está permitido el uso de instrumentos, salvo aprobación expresa de los ayuntamientos, ni el uso de cualquier aparato que emita sonidos que puedan molestar a los vecinos de toalla.

 

Juegos y palas. El paseo, la estancia y el baño pacífico tienen preferencia sobre cualquier otro uso en la playa. Por lo general, los consistorios permiten el uso de palas y de balones, pero siempre bajo la condición de que no molesten a otros usuarios, de modo que estas actividades deben realizarse en playas amplias. En Málaga capital hay que guardar una distancia mínima de seis metros. Torremolinos especifica que estos juegos no pueden «perturbar la tranquilidad» de los bañistas ni de quienes descansan en la arena. Rincón de la Victoria relega estas actividades a las zonas próximas a los muros de los paseos marítimos. Marbella hace referencia a deportes acuáticos como el surf, el bodyboard o el pádel surf, que tampoco pueden realizarse cerca de otros usuarios.

Evacuaciones fisiológicas. Si las ganas aprietan, mejor buscar el chiringuito más cercano para hacer tus necesidades. Además de resultar irrespetuoso para otros usuarios, orinar o defecar en la playa constituye un incumplimiento de la mayoría de ordenanzas municipales. En Málaga capital está multado con hasta 300 euros.

Moragas y acampadas. Las ordenanzas municipales se muestran tajantes a la hora de prohibir campamentos y acampadas en la playa y de realizar fuego o celebrar moragas, salvo que haya permiso expreso, como suele solicitarse en San Juan. Tampoco está permitido el uso de bombonas de gas o líquidos inflamables por los peligros que entrañan. Hacer fuego puede ser multado con hasta 3.000 euros al ser considerada una infracción grave. El uso de parrillas o de cualquier artilugio para cocinar está igualmente

Arrojar basura fuera de las papeleras. Es la infracción más evidente y, sin embargo, el hábito más extendido. Cuidar los espacios públicos es responsabilidad de todos, pero las playas amanecen cada día repletas de cáscaras de pipas, envases, botellas, papel de aluminio, colillas, restos de comida y latas. En la mayoría de playas de la provincia se considera una infracción leve, pero su reincidencia puede elevarla hasta adquirir carácter grave, de modo que lo mejor para todos es buscar una papelera cercana.

La presencia de animales. Cada vez más municipios, como Fuengirola, Benalmádena, Casares o Torre del Mar, habilitan playas para animales, pero su presencia continúa estando prohibida en el resto del litoral malagueño. Las ordenanzas municipales permiten, eso sí, el acceso a perros lazarillos que acompañen a personas ciegas o con deficiencia visual.

Guardar sitio. La clásica estrategia de colocar la sombrilla y la tumbona a primera hora de la mañana para reservar espacio está prohibida por varios ayuntamientos, como Torrox o Benalmádena. En algunos casos, la Policía Local barre el litoral para retirar material playero destinado a guardar sitio.

Pescar. Málaga prohíbe la pesca desde la orilla y la pesca submarina en horario de baño, desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche, aunque los marisqueros tienen un permiso de la Subdelegación del Gobierno central para captar coquinas desde las cinco de la mañana ha

Bañarse con bandera roja. Multar a los bañistas que acceden al mar cuando hay bandera roja es una de las demandas históricas de los socorristas, a quienes estas prácticas ponen en peligro. Cada verano, el aumento del número de rescates abre el debate sobre la posibilidad de que los ayuntamientos sancionen a los usuarios más imprudentes. Las ordenanzas que rigen las playas de municipios como Estepona o Rincón de la Victoria ya contemplan multas que oscilan entre los 300 y los 3.000 euros para quienes ignoren las órdenes de los socorristas.




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