El Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos ha acordado este jueves su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza después de que el investigado, de 72 años, declarase.
Cargado con dos escopetas y munición, se montó en un taxi, en Benalmádena. El objetivo, buscar a los policías que habían avisado a la grúa para que retirase su vehículo de una zona en la que no podía estar estacionado. La escena, insólita. La conversación que mantuvo con el taxista, que intentó hacerlo recapacitar sin éxito, lo fue aún más. «Los voy a matar y voy a matar inocentes», «por lo menos cuatro me llevo por delante». A su llegada a la Jefatura de Policía Local de la localidad, los agentes consiguieron desarmarlo y reducirlo para finalmente quedar detenido. El Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos, en funciones de guardia, ha acordado este jueves su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
El individuo, de 72 años, está siendo investigado por su presunta comisión en un delito de homicidio en grado de tentativa en concurso con un delito de atentado. Así lo ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha asegurado que el hombre prestó declaración y que el juez se ha inhibido en favor del juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos.
Los hechos tuvieron lugar la noche de este lunes 18 de diciembre. Un hombre de 72 años su subió a un taxi. Contó que le habían robado su vehículo en la puerta de un supermercado de la localidad. En realidad, según han informado fuentes municipales, el coche estaba estacionado en un área reservada para carga y descarga y fue retirado por el servicio municipal después de que la Policía Local recibiese la llamada de un profesional del transporte, que necesitaba aparcar en esta zona.
Dos escopetas de caza y más de 50 cartuchos
Portando dos escopetas de caza y más de 50 cartuchos, pidió al taxista que lo llevara a la Jefatura de la Policía Local de Benalmádena con la idea firme de atentar contra la vida de los agentes. En el trayecto, el chófer, decidió grabar la escena. Visiblemente asustado, intentó que el pasajero cambiase de opinión. «Piense bien las cosas, en la familia, que es Navidad», le decía. «No me importa nadie. Aquí todo el mundo muere como en las guerras», le contestó.
La Sala del 092 entonces recibió una llamada que alertaba de que un individuo se dirigía en coche hacia la Jefatura armado y con el firme convencimiento de matara a los agentes que encuentre por el camino. De esta manera, la Policía Local organizó un operativo especial logrando, a la llegada del sospechoso, neutralizarlo y quitarle las escopetas. A continuación, fue detenido y puesto a disposición de la Policía Nacional.
