Después de seis horas de encierro «comenzaremos la ingesta de pastillas», aseguran en un comunicado.
Un grupo de afectados por el síndrome tóxico del aceite de colza protagonizan en estos momentos un encierro protesta en el interior del Museo del Prado, en concreto en la sala de Las Meninas de Velázquez, y amenazan con «ejecutar en directo el descanso eterno» mediante la «ingesta de pastillas» si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no acepta un encuentro con la asociación que les representa antes de que finalice el mes de octubre, según ha informado 20 minutos.
Según esta información, los encerrados son un grupo de media docena de afectados del síndrome tóxico que se han apostado con una pancarta delante del cuadro de Las Meninas.
En un comunicado en redes sociales, la asociación Plataforma Síndrome Tóxico-Seguimos Viviendo, dice que su protesta es «un acto de dolor». Aseguran que están en ayunas y que comenzarán a ingerir pastillas pasadas las seis horas de su presencia en la sala.
La plataforma dice que ha elegido el museo porque a muchas víctimas de la colza la cultura les ha servido para no rendirse. Además de porque buscan con su protesta lograr «visibilidad» mundial. Aseguran que el personal de seguridad ha intentado expulsarles, pero ellos se han resistido.
«Si a lo que esperan es a que muramos para acabar con el problema, tendremos que utilizar lo que nos queda de nuestra mermada vida y les daremos el privilegio de ver en directo nuestro descanso eterno», se lee en el comunicado.
La plataforma ha elegido la fecha de la protesta, el 19 de octubre, por coincidir con el 40 aniversario de la aprobación del decreto ley de protección a las víctimas del síndrome tóxico y a sus familiares.
Cuarenta años después reivindican reparación, homenajes, dignidad, asistencia médica especializada y más investigación, entre 21 reclamaciones.
Fuentes de la Policía Nacional informan que agentes de la comisaría del Museo del Prado están recabando información sobre la protesta, sin poder determinar si a esta hora se ha procedido a su desalojo.
