El presidente de la ACERV dice que las críticas pasarán cuando «la gente vea el viaje de billetes que le van a entrar»
"A mí también me pasa. Yo ya no voy a tantas ferias como antes porque gano ya mucho dinero y eso es lo que les pasa, que ya no lo necesitan". Así ha explicado a AxarquiaPlus, José Antonio Villodres, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Rincón de la Victoria (ACERV), las ausencias de empresas de gran referencia de la gastronomía local en la feria de la tapa del municipio que comienza en unos días.
Sobre la dificultad de los empresarios rinconeros a poder atender de manera simultánea sus negocios habituales y un puesto en la carpa, tal como se quejaron a AxarquiaPlus, Villodres señaló que "claro que le es difícil. Como a mí. Es como una odisea, un sobreesfuerzo y mientras mejor situado estoy y más dinero gano, ya no tengo ganas de ir de feria en feria. Eso me pasa a mi también, que ya no voy a tantas porque gano mucho dinero".
Villodres también aludió a problemas entre socios o de falta de experiencia en las nuevas generaciones que gestionan establecimientos de renombre y dijo no importarle las críticas porque "alguien puede que no esté satisfecho, pero cuando la gente de la carpa y de los alrededores vea el viaje de billetes que le va a entrar en estos días, pues que le vamos a hacer, no se puede contentar a todo el mundo".
El presidente del colectivo organizador dijo que, a pesar de todo, está satisfecho porque "hay entidades de mucho calado y representativa de la gastronomía local, como todos los años. Gente que no falla año tras año".
Villodres puso en valor el evento al afirmar que "a la feria de la tapa le pasa una cosa, que cuanto mejor va, mejor van los bares del Rincón ya todo el año. Con ese espíritu nació. Hace 18 años el Rincón de la Victoria era un sitio de cuatro bares de freidurías salpicadas y los de aquí cogíamos el coche y nos íbamos a tapear a La Cueva a Torre del Mar o por ahí. Eso ya ha cambiado gracias a la feria y a la inteligencia de muchos empresarios".
El representante del colectivo aseguró que "tampoco hemos querido movernos más, para que los que ya están en la carpa puedan ganar más dinero".
Según los datos facilitados por Villodres, la feria supondrá una facturación de 300.000 euros de ventas directa, un 50% entre los que están en la carpa y el resto entre los bares de alrededor y establecimientos de todo tipo como heladerías y cafeterías. "Hay que tener en cuenta que te tomas dos o tres tapas en la carpa y luego te vas a comer a los bares de alrededor porque allí hay tanta gente que no puedes atenderlas", señaló.
"Esto supone 12.000 euros de caja por establecimiento de media, lo que limpios después de pagar gastos y empleados, puede ser que te lleves 3.000 euros para tu casa de media. Pero también te puedes ir con una pérdida de 3.000 euros, como se han ido algunos, porque lo hacen mal, despachan tarde, despachan con antipatía, despachan con dejadez, despachan con poca calidad, tiene poca aceptación tu nombre… y eso les cuesta el dinero y eso es lo que cada empresario debe mirar muy detenidamente. La feria de la tapa es una cosa muy seria. Esto no es una pachanga como los primeros años", sentenció.
En cuanto a los gastos, Villodres los cifró en 35.000 euros, siendo la carpa con algo más de 20.000 euros, la que se lleva la mayor parte. No obstante, este gasto, junto con la luz y algunas actuaciones más destacadas, es asumido por el Ayuntamiento. El resto de la inversión lo aporta la propia asociación (unos 6.000 euros) y cada uno de los establecimientos que se instalan en la carpa y que abonan unos 900 euros cada uno.
Como hemos contado en AxarquiaPlus, únicamente diez comercios del municipio participan en el evento. Y ello contando con una pizzería y una hamburguesería que poco tienen que ver con la rica y famosa gastronomía rinconera, archiconocida por su pescaíto frito y sobre todo por su boquerón victoriano.