Antonio Cortés y Mari Carmen Cid embarcaron el pasado domingo con su hijo David, de seis años, en Miami para recorrer Jamaica, Islas Caimán, Cozumel y Bahamas.
Información de Diario Sur
La psicosis desatada por el coronavirus se extiende casi más rápido que los casos confirmados. El temor a los contagios se está expandiendo con fuerza y está afectando de lleno al sector de los cruceros en todo el mundo. Una familia de Nerja, compuesta por Antonio Cortés, empleado de mantenimiento y alquileres, de 48 años, su mujer, Mari Carmen Cid, responsable de una escuela de idiomas en la localidad más oriental de la provincia, de la misma edad, y el hijo de ambos, David, de seis años, permanece atrapada en el interior del buque MSC Meraviglia en el Mar Caribe, sin poder desembarcar en el puerto mexicano de la isla de Cozumel.
Así lo ha relatado a SUR este jueves en conversación telefónica Cortés, después de embarcar con normalidad el pasado domingo desde Miami, a donde llegaron por vía aérea desde Madrid para realizar su primer crucero por el Caribe, coincidiendo con las vacaciones escolares de la Semana Blanca de su hijo. «Estamos 4.500 pasajeros y 1.600 tripulantes y lo único que ha habido es un caso de un tripulante con una gripe común, pero nos han dicho que ya se ha curado y está trabajando con normalidad», ha explicado Cortés, quien ha detallado que el buque no pudo hacer las escalas de Jamaica ni Islas Caimán, después de permanecer varias horas esperando la autorización de las autoridades locales.
«La gente se puso un poco más nerviosa ayer porque no nos daban información, pero ahora ya nos han explicado todo y nos han dicho que a todos los pasajeros nos van a devolver el 30% del coste del crucero, nos van a dar una tarjeta de descuento del 20% para un próximo viaje, nos devolverán las excursiones que no hagamos y 100 euros por cada puerto en el que no hemos podido desembarcar«, ha explicado este nerjeño, que ha asegurado ser los únicos malagueños »y creo que españoles« en este barco de crucero por el Caribe.
Según ha explicado a este periódico, en el buque la gente «está haciendo vida normal, comiendo, bailando, disfrutando y descansando», ha detallado, aunque ha reconocido que «se hace un poco raro» llevar cinco días en el buque sin poder desembarcar para conocer las distintas ciudades en las que había previsto realizar escalas. «Ahora mismo seguimos esperando a ver si nos autorizan a visitar Cozumel, aún nos queda otra parada en las Islas Bahamas, antes de llegar el domingo a Miami de regreso, donde tenemos un avión para volver a Madrid de noche», ha señalado Cortés.
«Esperamos no tener problemas y poder regresar el lunes, porque tenemos que trabajar y el niño tiene colegio», ha dicho. Cortés ha explicado que hay una manifestación junto al buque pidiendo que no los dejen desembarcar.
Sin casos de coronavirus a bordo
Por su parte, la compañía MSC Cruceros ha asegurado en un comunicado que «no se ha registrado ningún caso de coronavirus (COVID-19) a bordo de la ‘MSC Meraviglia’ ni en ninguna otra nave de MSC Cruceros». «Al trabajador enfermo se le ha diagnosticado una gripe, está en condiciones estables, toma fármacos y ahora mismo no tiene fiebre y está prácticamente curado», han señalado.
Por precaución fue aislado del resto de la tripulación y de los huéspedes desde el primer momento en que mostró síntomas. A bordo no se ha registrado ningún otro caso de gripe. El comandante de la nave y la dirección de la compañía están ya en contacto con las autoridades sanitarias de México «para garantizar que su decisión (sobre si permite el desembarco) se base en los hechos de los informes clínicos» de la tripulación del barco.
MSC ha transmitido su malestar por el hecho de que Jaimaica y las Islas Caimán hayan impedido el desembarco de sus pasajeros y de su tripulación a pesar de que, como dicta el protocolo, les habían trasmitido las cartillas sanitarias de sus ocupantes. La naviera refirió que todos los huéspedes y trabajadores a bordo del MSC Meraviglia han sido sometidos a un chequeo individual en el momento del embarque y se ha estudiado los últimos viajes que habían realizado anteriormente.
De hecho la compañía impide el embarque en sus cruceros a quienes hayan viajado a China, Hong Kong o Macao o que en los últimos catorce días hayan estado en las zonas del norte de Italia en cuarentena, diez municipios en la región de Lombardía y uno en Véneto (norte), donde han surgido focos de coronavirus de Wuhan. Además todas las naves de MSC controlan a sus pasajeros en el momento del embarque para saber si tienen síntomas como fiebre igual o superior a los 38 grados, temblores, tos o dificultades respiratorias. En ese caso, se les impide subir al barco.
