Un veleño mantiene la llama andaluza en la cataluña del ‘procés’

Antonio José Martín Mata,  lleva más de medio siglo en Blanes, donde ha sido secretario de la Casa de Andalucía y dirige el programa radiofónico «Raíces»

Por Vanesa Fernández Rojas



Antonio José Martin Mata, lleva toda una vida en Blanes, 54 años concretamente. Allí ha formado su familia junto a otra veleña, Remedios Ortega Ramírez,  que llegó un año después y con quien ha tenido dos hijas, Lourdes y Cristina, y es abuelo de la pequeña Elia.  Pero siempre que pueden se vienen a Vélez. Aprovechando su visita en esta Semana Santa quedamos para vernos y que nos cuente en persona cómo es su vida en Blanes, en la que está más que integrado: ha sido durante 25 años secretario de la Casa de Andalucía, trabajó en el Ayuntamiento como inspector de Vía Pública, Mercado y Playa en el Departamento de Ingeniería y Actividad. A día de hoy sigue preparando para Radio Blanes su programa semanal Raíces, que hace unos meses llegó a su programa 1.000, que siempre ha realizado voluntariamente sin recibir remuneración alguna.

Nació en 1946, en el barrio de La Villa, concretamente en la calle Rodalcuza 6 , subiendo los «Mamparaos«, la primera a la derecha, casi arriba del todo. Hijo de Guardia Civil, destinado a diferentes pueblos: uno entre Marbella y Estepona – que ya no existe- se llamaba Guadalmansa. Luego estuvo destinado en La Viñuela, Torre del Mar, Benamargosa y de allí a Barcelona.

Estudió en la calle Fina, en la escuela de D. Manuel Montoro (8-9 años hasta los 13). En Málaga se examinó en la Institución Sindical de Formación Profesional Francisco Franco (escuela Franco) donde hizo Oficialía Industrial. En el 4º año de internado participa en unos concursos y fue campeón de la provincia de Málaga de forja, de la fragua, con trabajo de artesanía. Ese mismo año va a Madrid a concursar a nivel nacional donde queda subcampeón de España de Forja Artística. Y ya se quedó en Madrid, no volvió al colegio, con el contraproducente de que no fue a recoger el título y tuvo que ir después a la Escuela de Peritos a por él años más tarde. Aunque él afirma que lo cierto es que “nunca me hizo falta entregarlo porque era un maniático de demostrar primero mi valía y luego pedir lo que quería ganar, no como algunos que primero pedían el sueldo y luego trabajan bien o no trabajaban”.

¿Cómo llega hasta Blanes?

Llevaba dos meses en Madrid cuando mi tío me dijo que se iba de vacaciones a Blanes y me preguntó si me iba con él o me quedaba en Madrid. Me fui con él a Cataluña con la idea de estar allí un par de semanas de vacaciones con la familia y volver, pero no fue así, porque al día siguiente de llegar, por la tarde, ya me salió trabajo y me quedé allí. De Blanes estuve en Tosa de Mar, allí estuve de segundo de cocina -cosa que no había hecho en mi vida- en un restaurante y al terminar la temporada volví a Blanes a trabajar de lo que había aprendido en Málaga, de forja y calderería (la rama del metal). Más tarde me fui a Barcelona a trabajar en un taller de construcción naval, de construcción y reparación de barcos (talleres Nuevo Vulcano ).

Trabajando allí tuve tres accidentes muy graves;del cuarto me salvé de milagro. Falleció un compañero de Granada, le explotó la bodega de un petrolero que yo estaba antes que él haciendo esa faena pero a mí me cambiaron de puesto; entonces pensé “ya me he escapado de ésta, me voy” y dejé ese trabajo.

Después mi trabajo fue por otros derroteros. Fui jefe de mesa del Casino de Lloret de Mar, de los primeros  de España; después ya funcionario del Ayuntamiento de Blanes, en el Departamento de Ingeniería y Actividad, como responsable de una zona como inspector de Vía Pública, de Mercado y Playa.

¿Cómo crea su familia en Blanes?

(Nos responde su mujer) Pues nos conocíamos de vista en Vélez-Málaga. Estando aquí nunca pensé que iba a decirme nada. Él se fue a Blanes. Primero se fueron sus padres y después dijo mi padre que se quería ir a Barcelona porque unos amigos suyos le dijeron que aquí estaban perdiendo el tiempo porque allí había mucho trabajo. Nuestras madres se encontraron en Las Ramblas y cuando le dijo que se habían visto él se fue al día siguiente por la zona para ver si coincidíamos.

A mí ya me gustaba desde Vélez. Lo normal, cuando uno llegaba a Barcelona era pasear por Las Ramblas y nos encontramos. Estaba destinada para mí.

Empezamos a salir juntos y a los 5 años nos casamos. Somos padres de 2 hijas y ya tenemos una nieta. En Barcelona había mucho tráfico y contaminación y él no quería que nuestras hijas se criaran allí. Teníamos un amigo que la de por aquel entonces aún novia (hoy día su mujer) era de Blanes y nos dijo que era muy tranquilo. Nos fuimos a vivir a Blanes y él empezó a trabajar en Lloret.

Es un pueblo muy bonito. La gente de calle es muy sencilla, son buena gente y te trata bien, te ayudan si hace falta. Pero lo que tiene a la gente trastornada son los políticos que salen en televisión. Pero no hay ningún problema con la gente del pueblo.

¿No se plantearon volver a Vélez?

No, nunca nunca. Ahora estamos jubilados y tampoco quiero venirme aquí a vivir. Estábamos contentos trabajando allí. Nuestras hijas siempre han estado integradas, han estudiado el catalán.

Nuestra ilusión siempre era venir a Vélez; si podíamos para la Feria y si no en Semana Santa. A nuestras hijas les encanta venir a Vélez y a mi nieta también la hemos traído ya para que le vaya cogiendo cariño también a Vélez. Pero es que mi madre tampoco se había planteado volverse a Vélez, ella decía que estaba muy bien allí; las primeras mil pesetas las cambió en Barcelona.

Venir para acá y asentarse aquí, ahora me costaría una barbaridad acostumbrarme a la manera de vivir de aquí… ¡Que a lo mejor ha cambiado desde que yo me fui de aquí una barbaridad! Pero tenemos la vida adaptada y moldada allí. Nuestras familias están las dos allí. Venirse para acá supondría vender la propiedad. No. Nos hicimos una casa con muchísimo esfuerzo y muchísimo trabajo, con mucha ilusión. La hicimos a nuestro gusto, la diseñamos nosotros, que le dimos el proyecto al arquitecto y la casa está hecha a lo que siempre habíamos soñado nosotros. Una parcela de 600 m con piscina, 400 m de jardín, 4 olivos que me llevé de Periana en unas estacas. Va a hacer 28 años (el 25 de abril) que vivimos en la casa, después de 2 años para construirla… Yo no la vendo para venirme a vivir a Vélez.

¿Qué explican de Vélez a los de fuera de Vélez?

Yo lo vendo mejor que los de aquí. El clima, la amabilidad de la gente, lo abierta que es. La alimentación, la manera de comer de aquí, que a nosotros no nos extraña porque seguimos comiendo igual que aquí. En Blanes tenemos un montículo, San Juan, que hay un torreón con una ermita, y desde la cocina miro allí y me recuerda la Fortaleza.

A mí me cabrea, tanto cuando estoy aquí como cuando estoy allí (porque tengo contacto allí con gente que han tenido cargos de responsabilidades aquí en el Ayuntamiento) los políticos. Pero ocurre aquí, en Blanes y en todos los sitios. Me dan asco, sinceramente. Aquí allí y en todas partes. Porque no entiendo que no haya un político que se vuelque en servir al pueblo como debe de ser, solo y para el pueblo, no para el partido. Y aquí, lo mismo que allí, prevalece el criterio y la opinión del responsable del partido político; le da igual que sea bien o mal para el pueblo. Pero nadie por bien de la comunidad. Me cuesta mucho entender -y sé que cuando lo lean los políticos de aquí me van a decir “atontao” o que vengo de otra galaxia- pero es que es así.

Aprovechando que ha venido en Semana Santa ¿cuál es su vinculación con el mundo cofrade veleño?

Yo tenía una espinita. Cuando yo terminé mis estudios se estaba empezando aquí a hacerse el trono de Estudiantes. Pero no me dio tiempo a sacarlo. Yo me marché en mayo a Madrid y al año siguiente fue la primera vez que procesionó. Durante mucho tiempo yo venía en vacaciones en Semana Santa, pero nunca tuve ese gusanillo, hasta que hace algunos años, hablando con mi madrina (Carmen Andérica) , Pepe, María Victoria, Paco y Rosa, me dijeron que podía procesionar con ellos. Un año me vine, me colocaron la capa de fraile, me dieron el cirio y estuve procesionando con ellos. ¡Encantado! Al año siguiente repetí el Jueves Santo y el Viernes Santo procesioné con Angustias -Eduardo Recio es primo de mi mujer- porque nosotros en Blanes procesionamos con las Angustias también. Pero en esa ocasión iba con traje y una vara, junto a Marcelino Méndez, que éramos amigos desde que teníamos 10 años o así, cuando estudiábamos con D. Manuel Montoro (en la calle Fina) y aún mantenemos la amistad. Aprovechando el reencuentro con motivo de la procesión, recordamos todas las “fechorías” que hicimos de pequeños.

¿Qué les llama la atención cuando regresan a Vélez? ¿En qué notan mayor cambio?

Años atrás, urbanísticamente, las construcciones. La zona donde pasaba el tren de vía estrecha, donde está el monumento de los leones, me sorprendió muchísimo la primera vez que vinimos y lo vimos todo construido.

También me sigue sorprendiendo y me da mucha pena, el casco viejo. Calle Las Tiendas, Cuatro Esquinas y calle Coroná, aún así así. Pero lo que es la Plazuela la India y todo aquello está abandonado. Me da mucha pena y mucha rabia que el consistorio no ponga mano a la obra e intente facilitar, ayudar o promocionar esos sectores que se están cayendo y en las tapias está creciendo hierbas. Es muy lamentable. Y dan una sensación de abandono y dejadez…. Por parte de los propietarios, pero posiblemente si se les ayudara un poquito; que a veces hay dinero para según qué cosas pero para ayudar al pueblo es lo menos, solo se ayudan los partidos unos a otros. Eso sería bueno, remodelar el casco viejo. La zona del centro, de Capuchinos está muy bonita, toda la Avenida Vivar Téllez está fantástico, como el Polígono Industrial. Pero ayer estuve en el Barrio del Pilar y cada vez que paso por ahí es que se me viene el mundo abajo.

Casa de Andalucía de Blanes

En la Casa de Andalucía estaba desde antes de entrar a trabajar en el Ayuntamiento. Estuve 25 años secretario, lo dejé hace 4 años. La Junta, el presidente y yo estábamos aburridos porque nadie quería coger nuestro cargo y al final forzamos a que alguien de la Asamblea se hiciera cargo. Entró una Junta nueva joven, el mayor tendrá 35 años; está funcionando muy bien. Lamentablemente se hacen cada vez menos actividades porque el sentimiento andaluz en general, no solo cante y baile, sino la gastronomía e idiosincrasia, a la juventud de allí, a los hijos de los desplazados -que no emigrantes, porque no me he salido de España- cada vez tienen menor sentimiento hacia esta bendita tierra de María Santísima. Agravado a otros problemas económicos de subvenciones. La crisis y el independentismo han parado prácticamente las subvenciones, pero sobre todo es de la propia Junta de Andalucía, que es de donde recibíamos las ayudas con más asiduidad. Si no fuera así, con ciento y pico socios pagando una media de 35 euros al año ¿quién paga agua, luz, material de limpieza e higiene? Necesitas tener un local; ninguna asociación lo puede tener en propiedad y los alquileres son muy elevados, por eso es necesario que alguna entidad colabore contigo para realizar las actividades. Hemos tenido una exposición de Federico García Lorca, cuadros de Yerma, conferencias sobre su vida; se han editado películas de cosas de aquí, se han difundido los videos de la Junta de Andalucía para promocionar la zona de Grazalema o de la Bahía de Cádiz, o Huelva, Granada, con todas las cosas típicas de por aquí. Tenemos un proyector y una pantalla para mantener esa llamita encendida.

¿Qué importancia tiene para un andaluz tener una Casa de Andalucía fuera de su tierra?

Todo, es encontrarse en ese espacio en tu tierra. Durante el tiempo que estés allí (hay muchos de Priego de Córdoba, también de aquí de Málaga de Ardales, de Vélez hemos llegado a estar 10 familias). La decoración, el ambiente, estás en Andalucía y te olvidas de que llevas tantos años fuera. Pero los hijos… cuando eran pequeños venían a aprender a bailar (sevillanas, bulerías, tangos) a tocar la guitarra. Hay intercambio entre entidades regionales para montar espectáculos en diferentes localidades.  Tenías que presentar a la Junta un presupuesto de gastos para proyecto de actividades y a lo mejor te subvencionaban con un 10%. También desde la Junta llegaba una partida económica a Cultura de la Generalitat para que la distribuyera a las entidades de acuerdo con los presupuestos que presentábamos y posteriormente justificamos con facturación de gastos. Pero ahora no se recibe ningún céntimo, de la Generalitat llevamos 8 años sin recibir ni un céntimo.

¿Cómo es su experiencia en la radio?

Pues hace poco hemos hecho el programa 1.000. Llevo más de veinte año colaborando con Radio Blanes con el programa Raíces, cada sábado durante 3 horas. Comienzo con unos toques de guitarra del “Niño Miguel”. Los primeros 40-45 minutos, después de las noticias, se los dedico al flamenco. Yo tengo una agenda en la que cada día del año miro el fallecimiento o nacimiento de algún cantaor o cantaora, y en ese inicio del programa le hago un homenaje.

Después dejo las líneas abiertas para peticiones, como antiguamente las canciones dedicadas. La gente entra en directo para comentar algo o saludar y además me piden alguna canción. Yo tengo una escaleta previa con 20-22 intervenciones, que al final nunca cumplo porque tengo muchas peticiones. Después Balada, Copla y Sevillana. Meto también algo de rumba y de flamenco pop. Y vuelvo nuevamente a Balada-Copla-Sevillana y así voy alternando la música. Pero depende mucho de las llamadas y de las peticiones. Hay veces que no saben decirme el título de canción. Tengo un programa (Songr) pero estando en directo no puedo consultar las letras para saber el título de la canción y pido la colaboración de la audiencia para poder localizarlas. Así tengo una interrelación con la audiencia cuando ellos me llaman para decirme el título de la canción que habían pedido.

¿Qué es lo que más le gusta de aquí? ¿y de allí?

De aquí me gusta todo, hasta las veleñas. De allí también me gusta todo. Pero de aquí, ¿sabes qué me gustaría? Siempre he pensado que me gustaría que el veleño, que el andaluz, tuviera la suficiente tenacidad y machaconería para que en algo que le interese al pueblo (no al partido político) tendría que solicitarlo y perseguir que se le llegue -tarde o temprano- a conceder. No es que se diga que me gustaría algo y después si no se consigue lo dejas, lo abandonas y te aburres, que es muy práctico aquí el solicitar algo y aburrirte porque no te dan solución de ningún tipo. Allí es probable que también ocurra, pero son más tenaces y persistentes y contundentes en mantenerse. No me gusta la tozudez que tienen con la independencia, yo siempre les digo que soy veleño antes que malagueño -porque malagueños hay muchos, pero veleños estamos escogidos, somos poquitos y buenos- y español. Pero yo creo que aquí les falta coraje, ilusión para conseguir las cosas. Se olvida pronto. Y ocurre en la política, en el fútbol y en todas partes. Cuando gana un partido, todo el  mundo se vuelve loco y al domingo siguiente va todo el mundo al fútbol; pero como lo pierda, al domingo siguiente ¡no va de Dios¡ y eso no puede ser. Cuando estás en los momentos flojos es cuando necesitas ayuda, apoyo y darse cuenta de que estás hecho una piña. Me duele en el alma que aquí siempre padecemos de lo mismo, no le ponemos el suficiente interés.

Sentimos más el cariño de Andalucía en Cataluña que los andaluces que vivís aquí continuamente. Y ya no te digo si habláramos con alguien que vive en Bélgica, Alemania o Francia. Eso sí que el sentimiento es enorme. Porque la zona de Cataluña es la novena provincia de Andalucía. Creo que actualmente ronda los setecientos u ochocientos mil los andaluces de origen que hoy vivimos en Cataluña. Pero hay muchas entidades en las que los fines de semana puedes ir a tomarte una copita de manzanilla, una cerveza o unas tapitas de callos te transforma y te traslada a tu tierra. Pero los que están por Europa aún tienen el sentimiento más arraigado. Por eso me da rabia que aquí no se tome en consideración las cosas que realmente van para bien. Me dio mucha rabia y mucha impotencia cuando a través de Canal Sur hay publicidad de un montón de sitio de Andalucía y de Vélez no sale nunca, solo cuando hay malas noticias: cuando las pulgas pican a los niños en el colegio, cuando hay robos de furgonetas con aguacates y mangos, y solo cuando son malas noticias. De otros sitios dan otras publicidades ¿por qué el gobierno de aquí no hace una protesta contundente? Para que se nos tenga en cuenta como parte de Andalucía. Creo que Málaga nos hace mucho mal. Llamarnos Vélez-Málaga, como apellido Málaga nos hace mucho mal. Yo ya propuse hace muchos años llamarnos Torre Vélez o Vélez de la Torre o buscar otro componente en el que la palabra Málaga salga, y ser nosotros y tener una seña de identidad, como tienen los buenos vinos de Rioja, una denominación de origen. Que estamos vendiendo aguacates fantásticos y no somos capaces de meter una publicidad a nivel nacional para que se enteren que los aguacates son nuestros, cuando nos están machacando con publicidad de frutos tropicales de Órgiva, Motril y Salobreña ¿pero es que aquí no hay nadie que mire por Vélez? (se le saltan las lágrimas, emocionado) A mí esas cosas me revientan  y estoy a 1.200 km . Vemos Canal Sur, el canal de Andalucía a través de la parabólica, si en cualquier acto hay un intermedio de publicidad salen de todas las regiones menos de aquí ¿y la Axarquía qué? ¿solo servimos para cabrearnos entre tú y yo porque en su día quitaron el tren de vía estrecha y ahora quieren poner hasta Nerja? ¡Por favor! Vamos a ser serios y cuando hagamos un proyecto que sea con sentido común y vamos a volcarnos todos, pero no hoy y mañana nos olvidamos. Sino hoy, mañana, pasado, el año que viene y hasta que se consiga. Eso es lo que allí lo tienen. Fíjate si son tozudos y machacones que la mayoría de los que están dirigiendo y gobernando Cataluña o quieren dirigir y gobernar son licenciados en Ciencias Políticas, máster de Comunicación, doctor honoris causa en Filología Inglesa… son gente que no son tontos, que no son albañiles que solo saben poner piedras y punto pelota. Son gente superinteligentes. Llevaban años machando con el tren del Mediterráneo, pues ahora el tren, hace ya tiempo y años que llega al aeropuerto, antes no había ni tren ni metro. Ya sale el AVE desde Gerona, que enlazará con Francia en nada y menos; lo van consiguiendo poquito a poco porque no tiran la toalla, no abandonan. Y aquí es muy fácil, no lo sé, quizá por la idiosincrasia del terreno, que nos abandonamos, que nos olivamos, que damos nuestra opinión y al final queda en nada. Y eso me da mucha rabia. Creo que debíais de ser persistentes y con coraje.

 



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El restaurante más premiado de Torre del Mar con gran reconocimiento de sus clientes

calle Azucarera, 6, Torre del Mar

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