Teresa Rabal no atraviesa un buen momento económico. La cantante, actriz y presentadora ha contado en una entrevista al programa Socialité de Telecinco que ha tenido que vender su casa, Villa Renata, en la que vivió junto a su marido, Luis Eduardo —fallecido hace dos años— para poder pagar las deudas que había acumulado.
«El día que cerré mi casa y que entregué las llaves, lloré», ha confesado. No obstante, para ella «los recuerdos se llevan con uno mismo, y las personas también, eso es lo que importa. Las casas, al final, son casas», ha enfatizado. La hija del actor Paco Rabal se ha mudado a la casa de su madre, la también actriz Asunción Balaguer. «Me he venido a vivir con mi madre, que tiene una casa enorme y que está muy mayor, y al final siempre estaba aquí todos los días, entonces estoy encantada», ha dicho al recibir a las cámaras de Socialité en la vivienda.
Sobre su situación económica, Teresa Rabal ha revelado que «tenía unas deudas creadas porque en los momentos de crisis trabajábamos con las instituciones, con las televisiones, producíamos... Eso va haciendo bola. Y entonces tuve que vender mi casa». Respecto a Villa Renata, la presentadora ha recordado que allí ha vivido «toda la infancia de mis hijos, todo mi matrimonio con Eduardo, todo mi trabajo, porque tenía las oficinas también ahí… He vivido muchísimas cosas, pero esas cosas me las he llevado conmigo».
Teresa Rabal se ha referido no solo a sus recuerdos, sino también a los muebles y fotografías, que ha trasladado a la casa de su madre. «Se han quedado los muros, pero lo que había dentro me lo he quedado yo», ha completado. Por otro lado, Rabal también ha hablado del cáncer por el que pasó y lo duro que fue para ella: «La quimioterapia es tremendamente dura, y lo peor es perder el pelo, eso lo llevé fatal. Pero no me podía permitir estar mal, porque tenía a Eduardo muy enfermo. Yo lo quería tanto que no quería que él sufriera», ha comentado.
