El acuerdo alcanzado por el Gobierno de coalición para los nuevos presupuestos contempla en materia de fiscalidad una subida de impuestos a las rentas más altas, entre otras partidas económicas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, han presentado este martes el anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 tras alcanzar un acuerdo sobre la regulación del precio del alquiler y sobre los requisitos para el acceso al Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Los presupuestos para 2021, que se tendrán que negociar con el resto de grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, recogen una inversión de 239.765 millones de euros, un 10,3% más que en anteriores proyectos, e incluyen un adelanto de los 27.000 millones que provienen de fondos europeos.
Según informa 20 Minutos, el acuerdo alcanzado por el Gobierno de coalición contempla en materia de fiscalidad una subida de impuestos a las rentas más altas, entre otras partidas económicas. Estas «medidas de justicia fiscal» tienen como objetivo «garantizar que los que más tienen aporten más» y suponen «un primer paso muy importante hacia una reforma profunda de nuestro sistema fiscal que corrija la desventaja de más de siete puntos en justicia fiscal que arrastramos respecto a Europa», ha subrayado Iglesias durante la presentación.
En concreto, se incluirá una subida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a las rentas más elevadas. Esta medida tendrá un impacto de 491,4 millones de euros y 36.194 contribuyentes se verán afectados, lo que supone un 0,17% del total, según el anteproyecto de ley.
El IRPF grava la renta según la naturaleza y las circunstancias de cada persona física. Esta renta puede tener varios componentes al estar los rendimientos del trabajo, del capital o de actividades económicas, así como las ganancias o pérdidas patrimoniales.
Pero, ¿qué se considerará una renta alta? ¿Cómo se modifican los tipos impositivos?
- Base imponible general: subida de dos puntos en el IRPF para las rentas del trabajo a partir de 300.000 euros.
- Rentas de capital: subida de tres puntos en el IRPG para rentas superiores a 200.000 euros.
