La dirección deportiva del Vélez Club de Fútbol, encabezada por Paco Villarrubia, trabaja en darle forma al nuevo Vélez, el de la campaña 2016-2017. Hoy se reúnen todos lo que tienen que decir algo en la planificación de pretemporada, renovaciones, altas y bajas, o sea Villarrubia con Antonio Gálvez, recién llegado al banquillo veleño, con José Rojo, que repite por segunda temporada, como segundo de abordo, una labor callada, pero práctica y fundamental.
Gálvez sabe que no cuenta con jugadores que por uno u otro motivo han decidido marcharse como Vergara, Alex Tejada o Lasly, estos dos últimos ya jugadores del Alhaurín de la Torre. Sí ha renovado Damián, el capitán fue de los más regulares la pasada campaña, y volvió a ser el jugador con más partidos y minutos del Vélez. Se quiere contar con una base amplia de jugadores del año pasado, aunque por supuesto habrá novedades, en todos los puestos. Gálvez tirará de sus contactos dentro del Málaga Club de Fútbol, donde desarrollo varios años su labor como entrenador de base, para intentar traer jugadores de calidad y adaptable a Tercera. Hablarán en esa reunión sobre el comienzo de la pretemporada, podría ser sobre el 20 de julio, además de los partidos amistosos, que rivales, si hay preferencia por ser de la misma categoría, equipos superiores, conjuntos juveniles, cuales serán en casa, etc.
En definitiva una labor típica, más aún para un nuevo entrenador que venía ya con los deberes aprendidos y sabiendo que el Vélez se ha venido abajo tres años seguidos en las segundas vueltas. Además, conocedor de que el año pasado en casa, los blancos no ganaron a ninguno de los 8 primeros, y como hombre sensato que es, reconoció que eso fue un verdadero handicap para perder los puestos cabeceros, algo que nunca entendió Lucas Cazorla, que en las ruedas de prensa, daba unas explicaciones sobre la suma de puntos, y sobre las matemáticas, que parecía sacada de un libro de matemáticas de parvulario. Así le fue.
