La formación morada de Vélez-Málaga denuncia que intenten poner una mordaza a la participación por medio de un órgano que hace cinco años que debería estar funcionando. Según Podemos, «desde el círculo de la la localidad rechazan cualquier tipo de algaradas o amenazas en el plenario, pero afirman que para evitarlas están las leyes y que no deben pagar justos por pecadores»
Esta es la nota de prensa:
Las últimas sesiones plenarias del Ayuntamiento de Vélez-Málaga no han sido nada ejemplificantes y cualquier persona que respete a las instituciones democráticas no puede sentirse orgullosa de algunas de las cosas que se han visto y oído en las mismas. Pero intentar cercenar un derecho ciudadano, común en los reglamentos de procedimiento y funcionamiento de cualquier consistorio, por una serie de hechos puntuales es injustificable. Y lo sería menos aún -como se ha publicado en los últimos días- buscando el subterfugio de derivar las intervenciones del público a través de la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones, un órgano que debería estar funcionando, según señala la reforma de la Ley de Bases del Régimen Local llevada a cabo por la Ley 57/2003, de 16 de diciembre de Medidas para la Modernización del Gobierno Local-, desde el mismo momento en que Vélez-Málaga se convirtió en municipio de Gran Población, esto es, hace casi seis años.
Según recoge el Reglamento Orgánico del Pleno y Comisiones del Excmo. Ayuntamiento de Vélez-Málaga, el alcalde o en quien delegue este: “asegura la buena marcha de sus trabajos, convoca y preside las sesiones, dirige los debates y mantiene el orden de los mismos”. El alcalde, por lo tanto, puede amonestar e incluso expulsar de la sala a quienes profieran palabras ofensivas o atentatorias contra el prestigio del Ayuntamiento, y en caso de que se produzcan hechos que puedan ser constitutivos de delito para eso están las leyes. Sacarse de la manga una comisión de la que nadie se había acordado hasta ahora, pese a que su reglamento se aprobó en junio de 2016, para acallar voces discrepantes, no solo es obligar a que paguen justos por pecadores, sino que es un ejercicio de cinismo, máxime cuando por desgracia muchas ciudadanos y ciudadanos saben -otra cosa son las formas, que no justificamos- que si no es personándose el útimo viernes de cada mes en la “Casa de los Madrileños” muchas de sus demandas ni van a ser contestadas ni agilizadas. Y esto por la sencilla razón, y este grupo político podría hablar aquí en primera persona, de que muchos de los escritos que se presentan por registro de entrada se van al limbo sin que el solicitante obtenga jamás una respuesta.
Así que cuando algún edil se rasga las vestiduras diciendo que a todo el mundo se le atiende y que no hay necesidad de ir a los plenos y trata poco menos que de frikis a los que lo hacen, miente. Igual que se miente cuando se dice que en ciudades como Málaga ya funciona un sistema con filtros previos para las preguntas de la ciudadanía como el que se pretende implantar. Que vean cualquier pleno en la página web del Ayuntamiento de la capital y verán que ocurre justamente al contrario.
Así que celebramos que el gobierno municipal recupere la intención de activar -es su obligación, insistimos- la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones, como en el pasado hemos demandado, pero esto no puede reemplazar el derecho de las vecinas y vecinos a ser atendidos al término de cada pleno ordinario, por lo que rechazamos el intento de bunkerización de unos políticos que lo que tienen que hacer es escuchar más a la ciudadanía.
