En lo que va de año el gobierno del PP ha sacado de la hucha de las pensiones 20.136 millones de euros. la mayor cifra nunca extraída en un solo ejercicio desde que en el año 2000 se constituyó este colchón.
Los ingresos de la Seguridad Social no dan para costear las pagas extras de los pensionistas. Logico! La crisis económica y la reforma laboral de Rajoy propiciaron despidos masivos y ajustes salariales en muchas empresas. Muchos analistas coinciden en señalar que nuestro tejido empresarial es propenso a enfrentar las crisis económicas mediante reajustes de plantilla. Nuestro mercado de trabajo es muy sensible a los ciclos económicos: crea mucho empleo en etapas de expansión pero igualmente destruye demasiado en periodos de recesión. Algo que no ocurre en otros países de nuestro entorno como por ejemplo los centro europeos o los nórdicos. Lógicamente tienen mucho que ver factores como el tamaño de las empresas y los sectores de actividad que más pesan en sus economías, más basadas en la innovación y de alto valor añadido.
La cuestión es que nuevamente son las familias trabajadoras las que pagan el precio más alto de esta crisis provocada por la voracidad y el ansia de ganar dinero de los “grandes tiburones del capital”. No nos estamos refiriendo a las pymes que también están sufriendo pérdidas y sobreviven a duras penas, sino más bien a los grandes grupos empresariales que rara vez pierden y que aprovechan esta coyuntura de crisis y necesidad para exprimir más a sus plantillas.
Un ejemplo muy cercano lo estamos viendo en los grandes grupos hoteleros que, pese a vivir cifras record de turistas e ingresos, están pagando miserables sueldos a sus camareras de pisos. O el sector financiero que tanto ha tenido que ver en la “orgía” del ladrillo y que ahora ajusta sus balances a base de ERES y congelaciones salariales. Todo después de su rescate con dinero público y tras airearse los dispendios cometidos en bonus, indemnizaciones y otras malas prácticas ya conocidas.
Los brotes verdes de Fátima Báñez responden a un empleo precario, mayoritariamente temporal y a tiempo parcial, que reduce las cotizaciones a la seguridad Social. Es la consecuencia de bajar los salarios y bonificar a mansalva las cotizaciones a los empresarios: los ingresos caen.
Hay expertos que defienden la viabilidad de nuestro sistema público de pensiones y dan recetas para mantenimiento en el futuro. Sin embargo, es una decisión política apostar por defenderlo o dejarlo caer. Tal vez porque pese más el interés de beneficiar una vez más al capital privado de bancos y aseguradoras que ven ahí el negocio del siglo de los planes privados de pensiones.
La Ministra de Defensa, Cospedal, quiere subir en 1.800 mill. De € el presupuesto para defensa y armamento; mientras su gobierno se niega a subir las pensiones por encima del 0,25%. Pues subir las pensiones lo mismo que el IPC supondría 1.300 mill. De €. QUE CADA CUAL JUZGUE CUALES SON LAS PRIORIDADES DE ESTE GOBIERNO.
