Segunda derrota en casa, quinta de la Liga, para el Rincón, que firmó su peor partido como local para perder ante un Loja práctico, defensivo y que tejió un red que nunca supo demoler los locales. No estuvo fino el cuadro de Bravo que pierde su segundo partido de liga consecutivo, aunque no quita la notable temporada que está haciendo.
Los lojeños ya han demostrado esta campaña que son capaces de lo mejor (golear al Malagueños) y de lo peor (empatar con el Melilla). No parece que puedan aspirar a estar arriba, pero son muy competitivos, y así lo demostraron en el Francisco Romero. Los aficionados rojillos volvieron a ver las rotaciones habituales de Bravo, pero esta vez sin premio ni en el juego, y menos en el resultado. El portero lojeño apenas tuvo trabajo, el fútbol de ataque de Rincón moría a las orillas de una ordenada defensa lojeña, de oficio y contundencia.
Cada minuto que pasaba, el Loja estaba más cómodo, y buscaban dar el zarpazo en alguna acción ofensiva. Y así fue, llegó en el minuto 56, centro desde la izquierda, hay rechace, existe una segunda jugada, llega el esférico a la derecha, y el remate picado de Chico, aunque lo toca Javi Cuenca, besa las mallas. Este gol refuerza el objetivo defensivo visitante, y pone muchos nervios a un Rincón, que busca el empate con muchos centros, pero con poca claridad. Ni Pepe Capitán, ni Javi López, ni los que entraban después, como Salva García pudieron conectar un buen remate para empatar, y los puntos se fueron para Loja.
