Los procesados han reconocido que dispararon en la cabeza al dueño de un bar, pero que lo hicieron bajo los efectos de las drogas.
Los dos acusados de robar y matar el pasado 24 de septiembre de 2014 al dueño de un bar en Colmenar al dispararle en la cabeza han reconocido los hechos, aunque ha alegado que actuaron bajo los efectos del consumo de drogas. Así lo recogen diversos medios de comunicación de la provincia tras el juicio que se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial, y en el que la Fiscalía ha rebajado los 21 años de prisión que solicitaba inicialmente para cada uno de los encausados a 8 años y medio al aplicarles el atenuante de haber actuado bajo la influencia de sustancias estupefacientes.
Según se puso de manifisto durante la vista, los procesados, ambos de nacionalidad española, se pusieron de acuerdo y, con el objetivo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, fueron al establecimiento Los Tinajeros.
Nacido en Egipto, pero de nacionalidad holandesa, la víctima estaba aquella noche en su negocio, ubicado en la calle Federico García Lorca de Colmenar. Los acusados entraron en el establecimiento y, esgrimiendo el arma de fuego que portaban, exigieron al propietario la entrega de todo el dinero que tuviera, siempre según el relato de Fiscalía que cuenta Diario Sur.
«A continuación y ante el peligro de no lograr su propósito y con el ánimo de acabar con su vida, realizaron un disparo» contra el propietario del bar, que impactó contra su cráneo. Tras ello, se apoderaron de todos los billetes que había en la caja registradora, para seguidamente subirse a un coche y abandonar el lugar de los hechos.
Según Sur, la víctima fue trasladada hasta el Hospital Carlos Haya de la capital malagueña, donde ingresó sobre las 05.30 horas con una herida por arma de fuego. Una hora y media más tarde, la víctima fallecía por las heridas que le había provocado en la cabeza el disparo, tenía 56 años de edad y tres hijos.
La víctima servía en Colmenar pizzas y hamburguesas a los jóvenes del pueblo, su principal clientela. También vendía cajetillas de tabaco y cigarrillos sueltos. De hecho, aquella madrugada, fue un chico que fue a su negocio a comprar tabaco quien le encontró agonizando en el suelo del establecimiento, cuenta el periódico malagueño.
Finalmente, el Fiscal ha pedido que los procesados sean condenados a dos años de cárcel por un delito de robo con violencia, seis por el de homicidio y otros seis meses por el de tenencia ilícita de armas. Las defensas de los acusados se han mostrado conforme con la postura de la Fiscalía, siempre según las mismas fuentes.
