Ayuntamiento y ACERV se muestran satisfechos de los resultados de esta edición y no variará el formato
30.000 visitas, 50.000 tickets de venta y un impacto de facturación en todo el municipio de 300.000 euros durante los cuatro días. Esos son los datos que según la organización, Ayuntamiento y Asociación de comerciantes, ha arrojado la 18 Feria de la Tapa de Rincón de la Victoria celebrada durante el pasado fin de semana. Con estos datos, el evento "mantiene su impulso dinamizador de la economía local" para los organizadores y, por lo tanto, no variarán el formato para próximas ediciones a pesar de las voces críticas de los propios comercios locales que se quejan de que la mayoría no pueden estar presentes en la carpa y simultáneamente atender sus negocios habituales. De hecho, en esta edición sólo diez comercios, entre ellos una hamburguesería y una pizzería, han sido los únicos que han sido las referencias de la rica gastronomía local en el interior de la carpa, en la que el Ayuntamiento invierte unos 22.000 euros.
Aunque en el balance facilitado por la organización se asegura que en esta edición se han abierto varias líneas de trabajo que marcarán el desarrollo del evento en los próximos años, en ningún momento se hace referencia a los comercios que se quejan del elevado precio que les supone ocupar un espacio en la carpa (en torno a los 900 euros), más los gastos extras ante la necesidad de doblar la plantilla durante estos días.
Estos comercios defienden más un sistema tipo ruta de la tapa, donde son los visitantes los que acuden a cada uno de los comercios, lo que abarataría costes tanto de los negocios como de la propia organización.
Sin embargo, estas reivindicaciones no encuentran respuesta alguna por parte de la organización, salvo el presidente de la ACERV, José Antonio Villodres, que explicó a AxarquiaPlus que las ausencias de importantes referentes de la gastronomía rinconera en la feria de la tapa se debía a "que ya habían ganado mucho dinero y no les hacía falta" y predijo que las críticas se acabarían cuando "vean el viaje de billetes que les va a meter la feria".
