Salva Alba, el impulsor de la idea, nos cuenta como llevó a cabo esta emotiva iniciativa.

El Vivar Téllez lo es todo para el. Con su gorra, con su puro, con su sonrisa…estamos hablando del "otro" Juan Herrera, más conocido como Juanillo. Ha sido utilero, ha estado ligado siempre al fútbol veleño en diferentes equipos, y siempre se ha desvivido por la cantera y por cumplir su trabajo sin nada de protagonismos. Don Juan recibió el cariño de la afición, con una gran ovación, saque de honor, regalos por parte de la directiva y sobre todo que estuvo cerca de su familia, en momentos delicados para él. 
Pues bien, nos llegaba la iniciativa del homenaje de parta de Salva Alba, salido también de la cantera, ha sido entrenador de futbol base, y como no ha tenido a Juanillo como amigo y hombre que siempre le demostró lo que son los valores en este deporte. Alba nos quiso comentar porque este gesto: "Yo llevaba unos meses que no veía a Juanillo dando sus paseos matutinos concretamente 5 meses, una mañana me lo encontré y le pregunte que donde se había metido durante este periodo de tiempo y ahí me enteré por donde estaba pasando nuestro amigo Juanillo, el iba una mañana paseando con su hermano y en el transcurso del paseo Juanillo se empezó a sentir mal . Estaba sufriendo un infarto y le pidió a su hermano que lo llevara al médico, este no lo dudó ni un segundo pero la mala suerte hizo de que su hermano que lo llevó al hospital falleciera y Juanillo por suerte pudo salir del hospital gracias a Dios y eso cuando le ocurre una persona lo deja mermado y hundido y marcado.
Prosigue Salva Alba, relatando el porqué del homenaje:  “A  eso tenemos que sumar de que su esposa tiene un tumor cerebral y todo eso deja a cualquier persona tocado y ese fue el motivo que me llevo hacerle ese merecido homenaje a nuestro juanillo, solo para poder darle una inyección de ánimo y moral y a demostrarle todo el cariño que sus niños del fútbol como el nos llama . Tengo unos recuerdos tan bellos de Juanillo que ni diez vidas harían que se borraran de mi memoria. Recuerdo  después de los entrenamientos juanillo nos ofrecía una ensalada de tomates con su aliño para que recuperarnos más rápido y esos limones de canto que también preparaba y eso lo hacía a diario y como no su imagen que tanto ha caracterizado a nuestro juanillo su inseparable puro en su boca sobre todo cuando entrábamos al vestuario con los pulmones abiertos y el entraba con su puro. Tenía un corazón que no le cabía en el pecho, cuando algún niño se les rompía las botas y no tenía esas botas para jugar el se iba al cuartillo y les hacía probarse las botas de algún jugador del primer equipo y si alguna le estaba bien el con todo su cariño le limpiaba las botas y le daba la crema de caballo para que ese niño pudiera así jugar el partido con su equipo eso no lo hacía nadie sólo el gran Juanillo”
Concluye Alba:  “Fue sobre  todo para darle una inyección de moral y de cariño para hacerle más llevadero el día a día y que recibiera todo el cariño de todas eses personas que de alguna manera hemos formado parte de su vida. Juanillo te queremos de todo corazón y siempre que nos necesites siempre vamos a estar ahí para hacer y darte todo lo que necesites”
Emotivas palabras, de un ahora adulto, pero que fue niño, y estuvo siempre cerca del GRAN JUANILLO. 
 



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