Iba A Escribir… Pero Casi Que No

Iba a escribir un artículo sobre lo mucho que me jodía estar escribiéndolo, a finales de octubre, en pantalón corto y camiseta… Sobre lo mucho que me estaba costando cumplir con mis “obligaciones” para con mi columna de opinión precisamente por el agotamiento que me producía el “veroño” eterno en el que nos estábamos instalando (y ya de paso, pedirle veladas disculpas al editor-redactor-jefe, que bendita la paciencia que tiene conmigo, el pobre…); sobre lo mucho que me gustaría poder contarle algún día a mi hijo que, hubo una vez, en la Axarquía, en que existían cuatro estaciones climáticas, y para la feria (octubre en Torrox) ya íbamos sacando del armario y desempolvando la “rebequita”.
Con ínfulas de pseudo-columnista, pretendía enlazarlo con el temita del cambio de hora, ese engañabobos, esa farsa que nos imponen usando como argumento un supuesto “ahorro energético” que el que lo note en el bolsillo que lo diga, porque a mí me acaba de llegar la última facturita de marras, y el tensiómetro ha soltado un berrido que han llamado a mi casa desde Benagalbón quejándose por el ruido…
La pseudo-interesante conclusión venía a ser (resumiendo) que, vale, que teniendo en cuenta todos los cambios en las temperaturas, y el carácter eminentemente turístico de la zona, tenemos motivos más que suficientes para quejarnos y avinagrarnos… pero que si estábamos entonces fiando todo nuestro potencial económico como destino turístico a las horas de luz, sin ofrecer otras alternativas menos dependientes de la meteorología, pues mal vamos, y no deberíamos ir sacando pecho en la prensa o en los grandes eventos con ese discurso ya manido de que “luchamos por romper la estacionalidad y ampliar nuestra oferta”…
Luego, me lo pensé mejor, y empecé a escribir sobre el “Villa de Torrox”, el teatro (espléndido, magnífico y súper bien dotado teatro) que tiene mi pueblo, pero los párrafos empezaron a parecerse más bien a una esquela… porque está MUERTO, y muy muerto. Requetemuerto. Dicen que los chavales y chavalas del cole y del instituto (cole e instituto que se ubican justo al lado) están ya en un punto en que han tenido que desplazar todas sus actividades a localidades vecinas; y como no es lo mismo vivirlo que contarlo (que decía aquella), y tengo familia que asiste a los dos centros, me molesté en comprobar que esto era cierto. A estas alturas, se imaginarán que tuve que ir a la farmacia a comprar un tensiómetro nuevo…
Y cuanto más me retrasaba en la entrega del archivito de Word (insigne editor-redactor-jefe: no merezco perdón alguno…), se cuela el resultado de las elecciones norteamericanas, destrozando todas las quinielas, sondeos y pronósticos posibles… No, no cunda el pánico, yo no voy ni a intentar hacer un análisis mínimamente superficial; entre otras cosas, porque como tú, querido lector/a, tampoco entiendo nada, y me he quedado absolutamente fuera de juego. Si que puedo decir (resumiendo one more time) que me está empezando a parecer que la “progresía” se está acomodando un poco, instalándose en una especie de “torre de marfil”, vendiendo una imagen que no seduce, o que se antoja inalcanzable para una clase trabajadora y con sueldos precarios que ya no “compra” el sueño americano que le vende un sistema que precisamente es el que les ha ido arrinconando poco a poco contra la pared.
¿Sabían que una de cada tres personas en los USA que entra en exclusión social y pobreza lo hace debido a una emergencia médica que le aboca a una deuda de por vida imposible de afrontar? Y eso, teniendo en cuenta que el presidente Obama instauró el “Obama Care” (un remedo de seguridad social), inspirado precisamente y en gran parte en el sistema sanitario que tenemos en… ¡España! ¡Es de locos! Es una paradoja alucinante… Y este tipo al que han elegido es una de las primeras cosas que ha prometido cargarse y derogar en cuestión de meses…
Porque al patán del pelucón no sólo le han apoyado en los Estados del Sur, tradicionalmente conservadores… Ni sólo en el Medio-Oeste, con una población agraria más deprimida y empobrecida, no… Es que ha arrasado el jodido… Pues ni un ápice de autocrítica desde el Partido Demócrata, oigan…
Conste, por supuesto, que no defiendo la investidura del “señor” Trump (las mujeres, sobre todo, entenderán mejor el entrecomillado…). Pero tampoco estoy ya tan seguro de que la señora Rodham Clinton fuera la opción más acertada, sino el “mal menor”. Y tampoco las tengo todas conmigo con eso… Un columnista de verdad (ese sí) ya lo dijo ayer: esto que ha pasado no es la ENFERMEDAD, sino el SÍNTOMA. Así que sólo queda ir tomando nota…
En fin, iba a escribir tantas cosas, que al final hace un par de días una buena amiga lo resumió todo estupendamente, y como sé que no le va a importar que la use como referencia o inspiración, me quedo con su reflexión en una red social: un año entero sin gobierno en nuestro país, haciendo el ridículo más espantoso (desde todos, y digo TODOS los partidos y fuerzas políticas); asistiendo impávidos a la toma de poder en nuestros municipios por parte de las derechas más casposas y recalcitrantes (aunque la mona se vista de seda…); y todos y todas calladitos y calladitas… pero ahora lo “cool” es asombrarse por lo que está ocurriendo al otro lado del Atlántico…
Le doy a “Guardar como” y lo mando…



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