Los veleños acumulan cas 500 minutos sin marcar, y su entrenador aún cree en milagros, cuando quedan 15 puntos en juego y están a 10 del cuarto puesto.
Vélez: Francis, Damián, Benji (David Moreno, min. 61) Nacho (Fernando Gallego, min. 68), Lasly, García Márquez, Salvatierra, Alex Tejada (Diego, Vergara y Arturo.
Huetor: Huesca, Baena, Quevedo, Gadea, Javi García, Heras, Dani (Pedro Pareja, minuto 70), Miguel Jiménez, Alberto, Pedro Sánchez (José García, mi n.82) y Adri. (Agus, min. 85)
Gol: 0-1, minuto 15: Alberto.
Árbitro: Alcaraz Yánez de Ceuta. Amonestó a los locales Diego y Francis y a los visitantes Baena, Miguel Jiménez, Dani, Javi García, Pedro Pareja, Heras, Gadea y en dos ocasiones a Alberto, expulsado en el minuto 89.
Incidencias: Partido jugado en el Vivar Téllez ante unos 300 aficionados.
Aunque el señor Cazorla, aún entrenador del Vélez, diga cosas tan disparatadas como : “Aún quedan puntos en juego y hablaremos el 15 de mayo, si se consigue o no el objetivo”, el Vélez dijo adiós, por si había dudas, a jugar la liga de ascenso tras perder su tercer partido consecutivo, y volver a demostrar una inoperancia en punta que dura 500 minutos, más de cinco partidos sin marcar y en caída libre, octavo y a punto de ser cazado por el Huetor, que ganó haciendo lo justo, viendo los pobres números de la delantera veleña.
De nuevo, carrusel de cambios en el once inicial, y positiva la vuelta de Vergara o la de David Moreno, que jugó algo en al segunda parte. También el regreso de Francis en la portería, pero en punta más de lo mismo, ni Diego ni Salvatierra, tienen el gol de cara, fallaron goles cantados y eso se perdona. El Huétor pareció jugar de local en el primer tiempo y suyas fueron las mejores jugadas en ataque ante un espeso Vélez que vio como una desafortunada jugada que se inició con un saque de esquina, la tocaba Diego, y casi cuando entraba, Alberto remachaba el gol del partido. Incluso la herida pudo ser mayor, pero lo mejor es que solo perdía el Vélez por uno.
En el segundo tiempo, los veleños merecieron el empate, y sus llegadas eran ya más constantes y peligrosas. Diego, Salvatierra, y un balón a la madera de Fernando Gallego pudieron darle el empate. Pero también los granadinos estrellaron el balón en la madera en un lanzamiento desde el centro del campo de Gadea. Los cambios no arreglaron nada, y el público vio fallar algunas ocasiones que dan muestra de la suerte, racha y mal momento de un equipo que por mucho que se empeñe el entrenador veleño, y ponga argumentos indefendible, está todo dicho.
