Su rival, que llevaba 7 jornadas sin ganar, encuentra a un equipo perdido y que da muchas facilidades defensivas.
De mal en peor, el Rincón vuelve a perder, solo tiene una victoria. Ni el seguidor más pesimista rinconero podía imaginar que su equipo iba a salir goleado ante un rival que solo había ganado los dos primeros partidos de liga, y después siete partidos sin ganar. O sea era un rival directo para espabilar de la empanada que mostró ante el Maracena, pero de mal en peor. Tarde nefasta en el Escribano Castilla, donde el equipo local entró como quiso por el área de los de Bravo y sentenció el duelo pronto, dejando muy tocado al Rincón que sigue vicecolista y que ahora también preocupa otra línea del campo, la defensa, o el sistema defensivo, y es que en dos jornadas 10 goles en contra.
El Motril ya ganaba en el minuto 2 tras el gol de Hernández. Pero es que antes del descanso Jorge Sánchez marcaba dos goles más dejando hundido al conjunto del Francisco Romero. Bravo no da con el equipo ideal, en esta ocasión volvió a otorgar titularidad a Ubric, volvía Javi López en detrimento de jugadores como Pepe Capitán y Javi. La mejor noticia que no ha ganado ninguno de los 6 últimos. Ahora es vicecolista, con 7 puntos, a tres de la salvación que la marca el Maracena. Y la semana que viene, ahí es nada, duelo en todo lo bajo de la Liga, Rincón-Dos Hermanas.
Motril: Sánchez, Illescas (Murúa, minuto 49), (Rosendo, minuto 63), Antelo, Peña, Barbero, Alexis (Pedro Luis, minuto 69),Moi, Jorge Sánchez, Hernández, David López y Sergio Sánchez.
Rincón: Ivan, Miguelito, Acosta, Albertillo, Ezequiel, Andrés Lope, Javi López (Javi, minuto 46), Adal (Joseito, minuto 58), Ubric, Semi (Pepe Capitán, minuto 46) y Morales.
Goles: 1-0, minuto 2: Hernández. 2-0, minuto 22: Jorge Sánchez. 3-0, minuto 35: Jorge Sánchez. 4-0, minuto 67: Rosendo.
Árbitro: Rodríguez Morales de Almería. Amonestó a los locales Illescas, David López, Moi y Pedro Luis y a los visitantes Javi López, Albertillo, Acosta , André Lope y Joseíto.
Incidencias: Partido jugado en el Escribano Castilla ante unos 300 aficionados.
