El aforo para estos espectáculos en el interior de la Cueva se reduce a 450 personas, ya que el objetivo es la adecuada conservación de este espacio único
El programa del 60 Festival Internacional de Música y Danza Cueva de Nerja se traslada este fin de semana al interior de la gruta con las actuaciones de Rocío Molina y Concerto Málaga, espectáculos para los que se han agotado todas las entradas puestas a la venta. El aforo dentro de la cueva se reduce a 450 personas para cumplir con el objetivo fundamental de conservación que requiere un espacio único como es este monumento natural.
Los conciertos en el interior de Cueva de Nerja se desarrollan en una de las galerías turísticas más emblemáticas de este espacio, la denominada Sala de la Cascada, un punto histórico porque es el primero de la cavidad al que accedieron los descubridores. Este nombre lo recibe gracias al conjunto de formaciones escalonadas de piedra -llamadas gours- que recuerdan a la forma de una cascada. Lo preside una impresionante columna conocida como “la bota” por su parecido con este tipo de calzado y cuenta con otras formaciones que recuerdan a lugares tan evocadores como el Capitolio o la Torre de Pisa.
La bailaora y coreógrafa malagueña Rocío Molina, Premio Nacional de Danza del Ministerio de Cultura de España en la modalidad de Interpretación, presentó anoche en el Festival Cueva de Nerja “Impulso”. Impulso no es un espectáculo. Impulso es una improvisación, una performance, el laboratorio de Rocío Molina que se abre al público, un work-in-progress, un modo de investigación previo a la producción de un nuevo espectáculo, una etapa integrada en el proceso de creación, una puesta en escena inmersa en los caminos de experimentación e investigación de esta sorprendente artista que comenzó a bailar con tan sólo 3 años, y cuyas piezas son reconocidas por crítica y público como acontecimientos escénicos singulares en los que conviven el virtuosismo técnico, la investigación formal y la belleza visual.
