Información de El Caso Málaga
El hombre fue trasladado a un centro hospitalario donde quedó ingresado para ser valorado psiquiátricamente.
El hombre se encontraba sentado en la cornisa exterior de la barandilla, a varios metros de altura de una zona de rocas, siendo necesario sujetarlo y engrilletarlo a los barrotes para evitar que se arrojase.
Finalmente, con el apoyo de otros compañeros, lograron sacarlo de allí y colocarlo en una zona de seguridad
La efectiva y oportuna acción de dos agentes de la Policía Local de Málaga ha logrado evitar que un hombre de 55 años se arrojara a una zona de rocas del río Guadalmedina desde el céntrico Puente del Carmen.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 22:00 horas de la noche del pasado miércoles 15 de julio en la calle a la que da nombre el propio puente, hasta la que se desplazaron los policías locales tras recibirse llamada en la Sala 092 de la Policía Local de Málaga en la que se informaba de que se estaba produciendo un episodio de autolisis.
Con la máxima celeridad, los agentes, que prestan su servicio de paisano en el Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga, se personaron en el lugar, observando como el hombre se encontraba sentado sobre la cornisa, de unos 30 centímetros de anchura, ubicada en la parte exterior de la barandilla del puente, teniendo las piernas colgando al vacío, mientras un ciudadano se dirigía a él intentando tranquilizarlo y pidiéndole que no lo hiciera.
Tras identificarse como policías locales trataron de calmarlo, respondiendo el mismo diciéndoles que lo dejaran tranquilo, que se iba a tirar, por lo que tomaron la pronta decisión de sujetarlo de inmediato para evitarlo, a lo que opuso resistencia, ejerciendo fuerza para arrojarse, hecho que lograron impedir los agentes, consiguiendo mantenerlo sujeto abrazándolo con sus brazos a la vez que conversaban con él para tratar de calmarlo.
Hasta el lugar se desplazaron otras dos dotaciones de Policía Local y una más de Policía Nacional en apoyo
Ante la fuerte oposición que ejercía el hombre, que continuaba manifestando su intención de arrojarse, los policías locales decidieron engrilletarlo a los barrotes de la barandilla del puente, ya que el peligro que corría era evidente, sobre todo teniendo en cuenta que se encontraba en una zona de varios metros de altura en la que el nivel de agua era bajo y se apreciaban en el fondo unas rocas de gran tamaño.
Durante el forcejeo, el hombre intentó incluso morder a los dos policías locales, pudiendo impedir este hecho los mismos. Finalmente, con la ayuda de los compañeros que habían acudido en apoyo, consiguieron pasarlo por encima de la barandilla y colocarlo en una zona de seguridad.
Acto seguido, el hombre fue trasladado a un centro hospitalario donde quedó ingresado para ser valorado psiquiátricamente.
Asimismo, los dos policías locales fueron asistidos en otro centro de lesiones leves que sufrieron durante el forcejeo con el mismo para lograr evitar que se arrojase sobre las rocas.
