El diario SUR premia al tenista afincado en La Cala, Alejandro Davidovich, ganador de Wimbledon junior

El Diario SUR reconoció a noche a los «Malagueños del año» con la gala anual que reunió a más de 1000 personas de todos los ámbitos. En la parcela deportiva se premió a dos tenistas, Manolo Santana y Alejandro Davidovich. Este rubio jugador, con un gran parecido a Boris Becker, lo dejó claro cuando recogió el premio: «No tengan dudas, soy malagueño, español, y así me siento». Vive en la Cala de Moral, y es una de las grandes esperanzas del tenis español. Más que una promesa, una realidad ya. 

 



EL CONFIDENCIAL destacaba lo siguiente de este tenista de raza. 

Los comienzos de Alejandro Davidovich están lejos de los grandes complejos deportivos.  Tenía dos años y medio y su padre decidió que su afición por el boxeo no la iba a heredar, sino que queria formar a un tenista profesionalA los cinco comenzó a competirCon  19 años se coronó en Wimbledon: campeón en el All England Club en la categoría júnior tras derrocar al argentino Alex Geller. 85 minutos fueron los que necesitó sin ceder ni un sólo set. 

Davidovich. Un apellido impropio de los autóctonos del litoral malagueño, pero que a los pocos minutos desmonta con su acento: sí, sin duda, es malagueño. Aunque la historia de sus apellidos proviene de mucho más lejos, siempre con menos kilómetros acumulados que en el recorrido que Alejandro hace ahora: “Casi nunca estoy por Málaga, siempre estoy viajando”, afirmó el tenista a El Confidencial. Su madre es rusa y su padre ostenta la doble nacionalidad, la rusa y la sueca. Pero su hijo lo tiene claro, quiere defender los colores de España. “Soy español puro y duro y no me pienso cambiar”, declaró la promesa de la regeneración del tenis español.

El actual campeón de Wimbledon júnior rompía su mejor herramienta cada fin de semana. Era en los torneos que se organizaban en la Costa del Sol. Su entrendor, Jorge Aguirre, con el que también ha hablado El Confidencial, pasaba por allí, cuando aún no lo esculpía, sólo para deleitarse con su potencial físico y técnico. Eso sí, también recuerda su peor característica: “Se volvía loco, pero jugaba muy bien”. La madre de Alex telefoneó a Jorge y tras una renión en Sevilla, en 24 horas convenció al jugador: “Tienes un campeón dentro, pero tenemos que trabajar en tu carácter, no va con mi estilo”, le dijo. Desde entonces, fue campeón de España en la categoría sub-15 y sub-18, pero antes, siendo alevín (sub-12), saltó a la fama tras derrotar a Andrés Fernández, la promesa que llegaba invicta a la final del torneo.

Actualmente vive en Fuengirola, donde comenzó a entrenar en el Racket Club Fuengirola, y desde octubre se desplaza a Marbella para realizar sus entrenamientos. Aguirre es el encargado de pulir el talento del joven malagueño y el hotel Don Carlos Club es el testigo de su golpeo. “Es como mi segundo padre, estoy con él casi las 24 horas del día”, declaró Alejandro sobre su entrenador (también tuvo palabras de agradecimiento para su primer entrenador, Manolo Rubiales). Jorge, procedente de San Sebastián, tutela no sólo el juego de su alumno, sino su capacidad psicológica: “Lo que más he aprendido es el control”, respondió Davidovich a este periódico. Y es que los continuos altibajos que han azotado al jugador les ha hecho ceder en algunas competiciones: “Partidos con un resultado aparentemente fácil, tenían un desarrollo complicado”, declaró su entrenador sobre las lagunas mentales que penalizaban a su pupilo, pero que supo resolver gracias a su supremacía física y técnica. Lo que ha hecho tener un invitado especial en el equipo: “Con el psicólogo trabajo duro”, reveló así el tenista una de las claves para ganar Wimbledon.

Comencé a pisar en césped dos o tres dias antes del torneo y me sentí cómodo”. La hierba no es su superficie preferida. Sus zapatillas pocas veces han jugado ahí. El año pasado se tuvo que guardar la matrícula de honor en Wimbledon para la presente edición. Eso sí, hace tan sólo un mes fue semifinalista de Roland Garros. Pero en el fondo su entrenador confiaba en sus habilidades técnicasel contrapié y su dejada podrían adaptarse bien a la hierba. Así fue. Según pasaban los días y los partidos, Alex “era más estable” y patinaba menos sobre la hierba de la catedral del tenis inglés. En el plano técnico, “no destaca nada por encima”, advierte su entrenador. Sin embargo, es inevitable destacar su derecha en el ataque y su característico revés con ambas manos: “Se ve muy poco en los demás tenistas”, se enorgullece Jorge Aguirre. Y su saque: 1 metro y 83 centímetros para golpear la bola incluso a más de 200 kilómetros por hora. «A pesar de su altura tiene un servicio muy bueno», apunta el técnico vasco.

7 horas y 15 minutos tuvo que jugar Alejandro Davidovich para alcanzar la cima del tenis júnior en sus siete citas en el All England Club. El domingo por la noche cenó con los mejores. Muguruza, Conchita y el mismo Roger Federer, ocho veces campeón del torneo inglés, felicitaron al campeón: “Fue un día inolvidable”. Coge el relevo de Manuel Orantes en la lista de españoles que han conseguido tal galardón. 50 años de diferencia definen al que viene para ser el recambio generacional del tenis español. Djokovic es su ejemplo a seguir; Nadal, su ejemplo a superar. “Si 20 entrenadores dieran una lista de tres nombres como los favoritos para el próximo relevo, Alex estaría sin duda”, declaró su entrenador que aseguró que “no todos van a equivocarse”. Pero de momento, el objetivo es unánimedigerir el triunfo y reforzar su mentalidad. “Aún queda por pulir el control emocional”, veremos si ante los mejores desaparecen sus lagunas mentales y hace agua el juego de sus rivales.



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