En los seis primeros meses del pasado año se quedaron sin vigencia 366 permisos, 18 de ellos por una decisión judicial y el resto por vía administrativa
Hace ya más de una década -en julio de 2006- que se implantó el carné por puntos con el ánimo de fomentar una mayor responsabilidad al volante de los conductores, expuestos a perder el permiso acumulando infracciones. Según las cifras aportadas por el Gobierno a una pregunta escrita al Congreso por los socialistas Pablo Bellido y Miguel Ángel Heredia, en la provincia de Málaga se han registrado un total de 4.181 pérdidas de vigencia de las autorizaciones administrativas para conducir entre enero de 2012 y junio de 2017. Esto supone una media de unas 64 al mes.
En los seis primeros meses del año pasado fueron 366 los permisos de malagueños que quedaron sin vigencia. De ellos solo 18 fueron por decisión judicial, el resto por vía administrativa. En este último caso se incluyen aquellos carnés que no de renuevan y acaban caducando, pero también aquellos que, por acumulación de delitos contra la seguridad vial, acaban perdiendo los doce puntos de su permiso. La cifra supone un 3,8% del total de licencias perdidas en España durante el mismo periodo, que superaron las 9.400.
EN 2016 BAJÓ UN 40% LA RETIRADA DE LICENCIAS CON RESPETO A 2012, QUE OBTUVO EL PEOR DATO
Se trata de una cantidad en la media de lo registrado en los últimos años. Así, en todo el año 2016 se contabilizaron hasta 18.638 pérdidas del permiso de conducir en toda España, aunque si se tiene en cuenta el primer semestre del año, los 9.408 casos registrados el pasado año 2017 supone una bajada con respecto al año anterior, en el que se contabilizó la retirada de 10.891 carnés. En el caso de Málaga, de los últimos cinco años y medio, la cifra mayor de pérdidas de carné en la provincia se registró en 2012, con 935. El descenso fue considerable al año siguiente, con 216 menos, lo que se estima como una toma de conciencia por parte de los conductores. No obstante, la prudencia o el miedo a perder los puntos se fueron relajando en los años posteriores y subió a los 773 permisos sin vigencia en 2014 y a los 821 en 2015. Sin embargo, se produjo otra importante bajada en 2016, que fueron 567 licencias las retiradas. Esto supone un descenso del 40% con respecto a 2012.
En los datos ofrecidos por el Ejecutivo, y según el desglose por meses, fue en julio de 2013 cuando más licencias perdieron su vigencia en la provincia malagueña con un total de 163, seguido de agosto de 2012 con 146. Cifra que contrasta con los 25 de agosto de 2016, los 27 de septiembre o los 30 de diciembre de ese mismo año. Sin embargo, estos números tan a la baja no se ha vuelto a repetir en 2017. Los datos más bajos fueron los de junio y enero con 42 y 44 respectivamente. En el término opuesto, tanto en abril como en mayo del pasado año se retiraron 80 licencias cada mes.
En los casos de otras provincias españolas, Barcelona es la que ha registrado un mayor número de pérdidas de licencias en el primer semestre de 2017, rondando los 200 permisos al mes, aunque en mayo del año pasado se llegaron a retirar hasta 361 carnés. Madrid le sigue en este ranking, con cifras entre las 84 y las 165 licencias, dependiendo del mes de año, mientras que Sevilla o Murcia contabilizan algunas de las cantidades más altas, también dependiendo de la época del año. Estas cifras llegan en medio de un debate sobre la necesidad o no de renovar el sistema del carné por puntos, que se puso en marcha en 2006. Son varios los partidos políticos que se han mostrado a favor de esta medida, que también apoyan automovilistas y asociaciones de víctimas de accidentes y la Dirección General de Tráfico (DGT) ha reconocido que ha recibido sugerencias para llevar a cabo una reforma.
Previsiblemente, a lo largo de este 2018 el organismo responsable de la Seguridad Vial en España presentará una nueva Ley de Tráfico y Movilidad Sostenible que actualmente prepara. Junto a ella, también deberá presentar un Reglamento de Circulación. En ambos documentos podría estar presente algún cambio relacionado con los permisos de conducir por puntos.
A pesar de esta medida y del aumento de control el pasado 2017 no mejoró la siniestralidad en las carreteras, en las que se produjeron 1.200 fallecidos, 39 más que en 2016, convirtiéndose así en el peor resultado desde 2013. Según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), los datos son una «tragedia» y «muy negativos» y RACE exige mejoras en infraestructuras, ayudas para renovar el parque y mayor formación vial, pero también inciden en la necesidad de implementar políticas en materia de Seguridad Vial. Para la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA), el balance es «doloroso». El repunte implica un «fracaso» de las políticas en esta materia.
Vía: Málaga hoy
