Bajo Mi Sombrilla, Illa, Illa…

Escucho por ahí que Rihanna daba esta semana su ÚNICO concierto en España, y mientras termina de llenarse el cubo, se me escapa una sonrisa (bienintencionada, ojo, aunque con un toque de sarcasmo…) pensando en la oportunidad “histórica” que han dejado escapar algunos y algunas para que no, no fuera el único.
Y es que, ya saben, “Under my umbrella-ella-ella-e-eee-e…” estribilleaba  la de Barbados, no sé si sabiendo que ese single la iba a catapultar a la fama mundial en tan poco tiempo. La niña de las sombrillas, la embajadora de las sombrillas. “Debajo de mi sombrilla (o paraguas)”. Sombrilla…
 
Veranos míticos: el verano del amor. El verano de Sam (“Summer of Sam”, peliculón de Spike Lee, no dejen de verla…). Verano Azul, claro…
El verano de las sombrillas. Arriba (en el pueblo). Abajo (en la playa). El verano del mejor clima de Europa. Y de las sombrillas. Sí, puede que no pase a la “historia”, pero desde luego este verano está dando que hablar.
 
Las de arriba, al margen de su nula efectividad (es toda una experiencia visual el efecto de “flash estroboscópico” al cruzar la plaza, alternando zurriagazos de luz dándote una hostia en la retina con sombras textiles, a intervalos de décimas de segundo), su originalidad (vamos, seamos francos y, sin acritud: esto no lo inventamos en este pueblo), y su trabajosísimo mantenimiento (a las de la verbena de San Antonio se ve que les gustó tanto el sarao que se quedaron allí de okupas un par de semanitas más, tras caerse al suelo). Al margen de todo esto, digo, y no dejando de reconocer que fueron una iniciativa curiosa, pintoresca, divertida y hasta “fresca”, pues eso básicamente: FUERON… Color, mucha promo, cuatro instantáneas en redes sociales, sí; pero los “cruceristas” siguen sin llegar en hordas desde el puerto de Málaga a echarles foticos.
Un amigo me lo decía, en mitad del monte: “hasta de follar se cansa uno, Luis…”.
 
Y luego, las de abajo, las que más molan, porque esas sí que vienen a demostrar que cuando uno pensaba que ya lo había visto o leído todo en una pantalla,  la realidad (la de fuera de las pantallas) siempre te termina pegando una colleja antológica…
La Ordenanza de Uso y Disfrute de Playas que hoy rige en Torrox fue aprobada en el año 2004, y ya incluía el “polémico” artículo sobre la dudosa y malintencionada ocupación del espacio público (la arena, vaya) usando sombrillas o sillas/hamacas, especialmente a primeras horas de la mañana. Reformulada para su mejor aplicación en 2014, fue una medida DISUASORIA en su momento, y acompañada de campañas y campañas informativas, de reparto de folletos a pie de orilla a los y las bañistas, de cuñas radiofónicas, etc. Tan criticada y puesta en tela de juicio por quienes hoy (cuando son otros y otras los que ostentan cargos y hacen titulares con ella), la aplauden, como celebrada en su momento (eso sí, con la boquita chica y en petit comité) por los que hoy, cuando ya no son otros y otras los que tienen responsabilidad pública, descargan su furia en comentarios de Facebook por tamaña afrenta a la libertad de cada uno de disponer de la playa como le salga de la punta del tarro de bronceador…
Que esa es otra, lo de los comentarios, que tan pronto alentan la desobediencia civil como organizan “comandos mercenarios” encargados de retirar ellos mismos el aparataje playero sin esperar a la intervención de las autoridades. Todo tan, tan divertido (y digo divertido en serio, sanamente… hay fotos y comentarios irónicos muy finos, muy muy finos) que deja de ser divertido cuando empiezas a darte cuenta de que el asunto se empieza a polarizar entre “locales” y “turistas-de-pipa-paseo-playa”, y es entonces cuando los primeros invitan a los  segundos a largarse a su casa porque “sinotegustamipueblonoséparaquépollasvienes”, y los segundos enarbolan la bandera del “yotambiénpagomisimpuestosytengoderechoamiparcelitaprivadadeplaya”. Y entonces ya todo se jode, y todo se va al carajo, y ni turismo ni flaco favor, y ésta no es la imagen; y una reglamentación que se hizo para garantizar el “uso y disfrute” (de ahí su nombre), y que el gobierno de turno continúa desarrollando (a mí eso me alegra, qué quieren que les diga), termina garantizando el jaquemate y el zasqueo en la red. No. Así no. ¿Y si se aplica BIEN, y si se aplica CON MEDIOS en lugar de venderla o “desvenderla” según convenga? Igual así…
 
Ya me imagino al mánager: “Rihanna, niña, amarra el yate en Miami y móntate en un chárter, que no te vas a creer la actuación que nos ha salido… Pa´ la fería del pueblo, sí… ¡Histórica…!”



Restaurante Belga La Brasserie

Abrimos nuestra terraza con todas las medidas de seguridad.

avda. Antonio Tore Tore, 16, 29740 Torre del Mar

Restaurante Belga La Brasserie

Abrimos nuestra terraza con todas las medidas de seguridad.

avda. Antonio Tore Tore, 16, 29740 Torre del Mar