El jurado ha declarado culpable de un delito de asesinato a Antonio Fernández, acusado de acabar con la vida de un niño de tres años, hijo de su entonces pareja, que falleció ahogado en una balsa de los Montes de Málaga el 9 de febrero de 2015. Los miembros del tribunal popular consideran que se trató de una muerte «deliberada y por venganza hacia la madre» y piden para que sea condenado a 20 años de cárcel con una ejecución de la pena inmediata. La defensa, por su parte, mantiene que la muerte fue accidental y que se trata de un delito de homicidio imprudente, solicitando dos años y medio de prisión.Todo sucedió hace dos años, cuando Antonio recogió al pequeño en el colegio tras disuadir a su entonces pareja y madre del niño de hacerlo. A continuación, mintió sobre el lugar al que iría con él para acabar, tras un plan «previamente diseñado» -como sostiene la acusación- en una balsa en los Montes de Málaga, una zona de difícil acceso, en la que arrojó al crío hasta dejarlo ahogarse a sabiendas de que este no sabía nadar. Posteriormente, mintió en varias ocasiones a la Guardia Civil sobre el lugar en el que, supuestamente, le había perdido.
Fernández, que sólo contestó a las preguntas de su defensa y del jurado, dijo durante la vista, que ha tenido lugar durante esta semana, que no se declara culpable de los hechos y explicó que escuchó al niño caerse y vio cómo «chapoteaba». «Me daba susto caerme», argumentó, para luego señalar que el pequeño era «travieso y estaba mal acostumbrado». Asimismo, apuntó que fue él quien ayudó a la madre para que el niño volviera a vivir con ella y que, además, le hacía regalos.
